Falta recuperar un molino hecho por los jesuitas en Jesús María
Está en un terreno privado, no integrado a la estancia, pero frente a ella. Corre riesgo de mayor deterioro y hasta puede perderse.
Lo que queda. Técnicos de Cultura de la Provincia recorrieron los restos días atrás (La Voz).
15/05/2012 00:01 | Corresponsalía
Jesús María. Dentro del rico legado que los jesuitas dejaron en Jesús María, quedan restos que aún no fueron recuperados. Un molino que formó parte de la Estancia Jesuítica y unos percheles para almacenar cereal, que forman parte del conjunto que hace 12 años fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, nunca fueron puestos en valor.
No se encuentran en el mismo predio donde está la estancia sino en manos de propietarios particulares.
La intención de hacerlos accesibles al público y asegurar su preservación está asumida por los dueños del espacio, aunque esperan apoyo del Estado.
Un molino cuyo edificio data de 1760, con maquinaria que se incorporó en 1840, fue utilizado por los jesuitas para la molienda de granos, en una tarea que fue encomendada a esclavos negros que llegaron a esta ciudad desde Angola.
A diferencia de otros molinos que sobrevivieron en Córdoba, tiene casi todas las piezas que hicieron funcionar su maquinaria, aunque se encuentra desarmado y sus partes desordenadas en un inmueble, frente al predio central de la Estancia Jesús María.
El edificio que lo albergó está en ruinas, ya no tiene techo y apenas mantiene algunas aberturas y una piedra sapo en la que se lee claramente la fecha de 1760. Uno de los percheles en el que se almacenaban los granos para hacer harina está bastante íntegro. Pero el público no puede acceder al sitio y su puesta en valor, en caso de ser decidida, demandará tiempo e inversión.
Alfonso Uribe, arqueólogo de la Agencia Córdoba Cultura, mantuvo días atrás una reunión con autoridades municipales e integrantes de la comisión asesora local sobre patrimonio, para analizar eventuales acciones para ordenar el predio antes de emprender tareas de restauración.
Respecto del molino, Uribe consideró: “Es muy valioso. Hay molinos en los que ha quedado en pie la estructura, pero ha desaparecido toda su maquinaria.
En este caso la tiene, con piezas traídas desde Europa y que son una rareza porque hay muy pocas en Córdoba”.
“Se está trabajando con los municipios que tienen Patrimonio de la Humanidad para corregir cuestiones cotidianas y para que empiecen a tener su propio inventario de bienes”, añadió Uribe.
Dueños, de acuerdo
Existe intención de los propietarios del inmueble en el que se encuentran las ruinas de facilitar su ordenamiento. Pero el avance dependerá de lo que puedan aportar técnicos y autoridades municipales y provinciales.
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