PERSONAS, TRABAJO y AMBIENTE, LO DISTINTIVO DE ESTA CIVILIZACIÓN HUMANA
LA VOZ DEL INTERIOR
SOCIEDAD – A 20
CÓRDOBA, SÁBADO 8 DE DICIEMBRE DE 2007
Es sanavirona, pero una comunidad chaqueña la nombró cacique de honor. Pide ayuda para llegar al impenetrable.
“Paxi Quillán (“mujer luna”. En español) es hija de sanavirones kancharis, aborígenes que habitaron el departamento Ischillín (norte de Córdoba). Conserva toda la sabiduría milenaria de su cultura ya casi extinta.”
“El 12 de octubre pasado, un grupo de 300 indios tobas malloneros que habitan en la profundidad de la selva chaqueña la nombraron cacique de honor por dos años. Debe ser la guía del grupo. Ella se ha tomado su tarea en serio.”
“Paxi (52 años) explica por qué le dieron este título: “Recorrí tres mil kilómetros desde Córdoba a su tierra para llevarle el cuerpo de Bernardo Anello, que murió en un accidente de tránsito en Despeñaderos”
“Bernardo fue uno de los 20 tobas que un contratista trajo a Despeñaderos con la promesa de que iban a ganar buena plata con el destronque. Pero terminaron esclavizados. Solo le daban una comida al día.”
“Desde aquel episodio, Paxi ha viajado cuatro veces a la selva con donaciones. El 14 ó 15 de diciembre planea volver, pero necesita donaciones y un transporte para llevar todo. Ya ha conseguido ropa y algo de comida y herramientas. Necesita más.”
El Impenetrable
“Cuando uno entra en la selva se da cuenta dónde está. Yacarés al costado del camino, arañas y anacondas enormes. Bicharracos por todos lados”, cuenta. La comunidad a la que ayuda está a una hora y media en bicicleta de la localidad de Bermejito. “Cada vez que entro a la selva digo mis oraciones a la Pachamama para que la selva no me desconozca”, asegura.”
“En la zona no hay agua, luz, servicios sanitarios ni educación y se habla muy poco español.”
“En su relato, Paxi desnuda una realidad por demás cruda: “Tomaban agua de un charco. Hasta que por una gente de Marcos Juárez conseguimos un tanque de cinco mil litros y ahora le compramos agua a la cooperativa. Fue una fiesta cuando salió el primer chorro de agua.”
“Mas adelante relata: “Yo creí que sus casas eran corralitos para cuidad animales. Son como hornitos de barro. Allí viven las mujeres con sus hijos que fueron abandonados por los hombres que van a trabajar a campos, seducidos por mujeres huincas.”
“A pesar de su solidaridad, a Paxi le cuesta insertarse en la zona por ser la otra etnia y mujer. Algunos la llaman “caca de mono”. “A esto se suman los manejos políticos y religiosos de la región y las diferencias y discriminación que existe entre las mismas comunidades tobas”. Comenta Paxi y asegura que ha recibido amenazas de muerte y que hasta le han saqueado un camión.”
“¿Entre amenazas y desprecios, por qué los sigue ayudando?”Mi pueblo sanavirón ha sido depredado y extinguido y a ellos le están haciendo lo mismo”, reflexiona.”
PARA AYUDAR
Se necesita comida, agua, herramientas (motosierras, palas, asadas, machetes), chapas y molinos. También voluntarios médicos. Pero lo principal es un camión para llevar las donaciones.
Contacto. Para comunicarse con Paxi Quillán, llamar al teléfono (0351) 156-472999
LA VOZ DEL INTERIOR
SOCIEDAD – A 20
CÓRDOBA, SÁBADO 8 DE DICIEMBRE DE 2007
Es sanavirona, pero una comunidad chaqueña la nombró cacique de honor. Pide ayuda para llegar al impenetrable.
“Paxi Quillán (“mujer luna”. En español) es hija de sanavirones kancharis, aborígenes que habitaron el departamento Ischillín (norte de Córdoba). Conserva toda la sabiduría milenaria de su cultura ya casi extinta.”
“El 12 de octubre pasado, un grupo de 300 indios tobas malloneros que habitan en la profundidad de la selva chaqueña la nombraron cacique de honor por dos años. Debe ser la guía del grupo. Ella se ha tomado su tarea en serio.”
“Paxi (52 años) explica por qué le dieron este título: “Recorrí tres mil kilómetros desde Córdoba a su tierra para llevarle el cuerpo de Bernardo Anello, que murió en un accidente de tránsito en Despeñaderos”
“Bernardo fue uno de los 20 tobas que un contratista trajo a Despeñaderos con la promesa de que iban a ganar buena plata con el destronque. Pero terminaron esclavizados. Solo le daban una comida al día.”
“Desde aquel episodio, Paxi ha viajado cuatro veces a la selva con donaciones. El 14 ó 15 de diciembre planea volver, pero necesita donaciones y un transporte para llevar todo. Ya ha conseguido ropa y algo de comida y herramientas. Necesita más.”
El Impenetrable
“Cuando uno entra en la selva se da cuenta dónde está. Yacarés al costado del camino, arañas y anacondas enormes. Bicharracos por todos lados”, cuenta. La comunidad a la que ayuda está a una hora y media en bicicleta de la localidad de Bermejito. “Cada vez que entro a la selva digo mis oraciones a la Pachamama para que la selva no me desconozca”, asegura.”
“En la zona no hay agua, luz, servicios sanitarios ni educación y se habla muy poco español.”
“En su relato, Paxi desnuda una realidad por demás cruda: “Tomaban agua de un charco. Hasta que por una gente de Marcos Juárez conseguimos un tanque de cinco mil litros y ahora le compramos agua a la cooperativa. Fue una fiesta cuando salió el primer chorro de agua.”
“Mas adelante relata: “Yo creí que sus casas eran corralitos para cuidad animales. Son como hornitos de barro. Allí viven las mujeres con sus hijos que fueron abandonados por los hombres que van a trabajar a campos, seducidos por mujeres huincas.”
“A pesar de su solidaridad, a Paxi le cuesta insertarse en la zona por ser la otra etnia y mujer. Algunos la llaman “caca de mono”. “A esto se suman los manejos políticos y religiosos de la región y las diferencias y discriminación que existe entre las mismas comunidades tobas”. Comenta Paxi y asegura que ha recibido amenazas de muerte y que hasta le han saqueado un camión.”
“¿Entre amenazas y desprecios, por qué los sigue ayudando?”Mi pueblo sanavirón ha sido depredado y extinguido y a ellos le están haciendo lo mismo”, reflexiona.”
PARA AYUDAR
Se necesita comida, agua, herramientas (motosierras, palas, asadas, machetes), chapas y molinos. También voluntarios médicos. Pero lo principal es un camión para llevar las donaciones.
Contacto. Para comunicarse con Paxi Quillán, llamar al teléfono (0351) 156-472999
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