El San Roque tiene 2,2 m menos que el otoño pasado
Embalse es el único que supera el vertedero. Se esperan todavía algunas lluvias en marzo y abril, pero después se reducen mucho hasta octubre.
23/03/2011 00:01 | Corresponsalía
Bajo. En Villa Carlos Paz, la falta de agua en el lago San Roque es mucho más visible que el año pasado en esta misma época (Archivo / La Voz).
Terminado el verano, varios lagos cordobeses empiezan el otoño con algo más de agua que en la misma fecha del año pasado, aunque la mayoría está por debajo. El único que sobrepasa la altura del vertedero es el de Embalse. También fue el único que llegó el año pasado a esa situación ideal para fines del verano. Los Molinos es el otro que hoy está en buena altura.
El nivel con el que los lagos terminan la temporada estival es clave porque desde abril a octubre Córdoba ingresa en la estación seca, con menos lluvias, por lo que lo esperable es que desde el otoño hasta fines de la primavera el nivel de los lagos cordobeses descienda.
De cómo terminan un verano dependen en buena parte las condiciones con las que empezarán el siguiente. Para lo que resta de marzo y abril se aguardan algunas lluvias más.
La comparación con el año pasado tiene un condicionante: en marzo de 2010 esta provincia salía de la peor crisis hídrica al menos de la última década, con un verano en el que sobre todo en el Gran Córdoba y las Sierras Chicas debieron restringirse los consumos de agua.
Si en cambio la comparación es con un año más “normal”, como marzo de 2009, se verá que todos los lagos están con menos agua que entonces, salvo Embalse y Los Molinos, que ahora tienen unos centímetros más.
Con menos. El San Roque medía ayer 32 metros, a 3,30 de su vertedero. Hace un año, tenía 2,20 metros más que hoy. Durante todo este verano mantuvo un nivel regular, de entre 30 y 32 metros, logrando el pico máximo el 14 de marzo con 32,10 metros.
La Viña (en Traslasierra), tiene 1,45 metros menos de agua que hace 12 meses, y el dique de Cruz del Eje está 3,60 metros por debajo. El Cajón, en Punilla, tiene tres metros menos.
La Quebrada muestra 1,70 metros menos que al empezar el otoño anterior. Al revés de todos los demás, este pequeño lago de las Sierras Chicas es el único que en marzo tuvo menos agua que en enero de este año.
Con más. Embalse está igual que hace un año, desde el 18 de febrero empezó a ofrecer ese espectáculo adicional del desborde del vertedero, y hoy está siete centímetros por encima de ese punto. Los Molinos tiene 1,20 metros más, y se ubica hoy a apenas 70 centímetros de su vertedero. Pichanas, en el árido noroeste, también acumula hoy más agua que hace un año: 1,40 metros más, aunque siga retrasado respecto al caudal que necesita para proporcionar el riego necesario para el que fue creado.
Hace dos años. La comparación con marzo de 2009 muestra otras variantes. Entonces, el San Roque acumulaba 35 metros (tres más que ahora).
Mucho más notoria es la diferencia en los diques La Viña (con casi nueve metros más de agua que hoy), Cruz del Eje (tenía siete metros más) y Pichanas (tenía casi nueve más).
Embalse y Los Molinos estaban casi llenos en marzo de 2009 y copiaron similar situación en marzo de 2010 y de 2011.
Bajantes. Sin aportes de lluvias en las sierras, los lagos pierden entre tres y ocho centímetros por día en verano y entre uno y tres por día en invierno, según se estima.
Cuencas. En la estación seca es clave el rol que cumplen los suelos serranos, donde nacen las cuencas hídricas, ya que en buenas condiciones (sin deforestación, sin incendios ni sobrepastoreo, o sea con capa vegetal autóctona), en esos meses pueden derivar hacia arroyos y ríos las aguas desde vertientes, que acumularon durante la época de lluvias. Pero sin cubierta vegetal, estudios han demostrado que el aporte de agua es mucho menor.
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