Villa Carlos Paz, una de las fuentes de degradación más importantes del Embalse del Dique San Roque. Desde la Fundación Educación, Ambiente y Trabajo, venimos haciendo relevamientos de fuentes de aguas servidas que van a parar a los cursos de agua que confluyen en el Embalse del Dique San Roque. Si no se corta el ciclo del Fósforo, entre otros contaminantes, será imposible modificar la situación.
En días anteriores hemos solicitado la intervención de la provincia de Córdoba para que convoque el Comité de Cuenca del Embalse del Dique San Roque.
Vídeos relativos a relevamientos y fuentes de contaminación:
CANAL FUNEAT y OTROS:
En estos tres sitios se pueden observar las causas del estado del embalse del dique San Roque. Esta situación hay que extenderla a toda la cuenca y se podrá valorar la seria problemática de la vida útil del embalse. A esto se le debe sumar la degradación de cuencas, sobrepastoreo, desmontes, incendios, ex yacimiento de uranio sin remediar en Los Gigantes, etc.
A continuación un artículo periodístico sobre el tema en cuestión:
La red cloacal es fundamental para aliviar al San Roque
La falta de cloacas es la causa central del deterioro ambiental del lago.
Pero Carlos Paz tiene redes sólo en un 30% de su radio urbano. Muchas localidades de la cuenca, ni una cuadra.
13/05/2013 09:02 | Fernando Agüero (Corresponsalía)
Planta cloacal. Fue inaugurada en 2009, pero no se construyeron las redes necesarias para la ciudad (La Voz).1 de1
Villa Carlos Paz. El saneamiento del lago San Roque es tema de debate desde hace al menos dos décadas. Casi todos los especialistas adjudican a la falta de tratamiento cloacal en Carlos Paz y en las ciudades ubicadas sobre sus ríos tributarios la causa central, aunque no única, del deterioro ambiental.
¿Qué falta para que las redes cloacales avancen en Punilla y se pueda detener el impacto sobre el lago que, además de ser postal turística, es la principal fuente de agua potable de la ciudad de Córdoba?
En Carlos Paz, las plataformas electorales de los partidos siempre ofrecen la palabra “cloacas” subrayada. La realidad muestra que si bien se ha avanzado en los últimos años, queda mucho por hacer.
Hasta 2007, Carlos Paz tenía cero en cloacas. Muchas otras ciudades cordobesas tienen desarrollado ese servicio desde hace décadas, y algunas cubriendo ya entre el 75 y 95 por ciento de su radio urbano.
En 2007, la presidenta Cristina Fernández llegó para inaugurar la planta de tratamiento de líquidos cloacales. Con fondos nacionales y provinciales se avanzó en las obras urbanas con la idea de que, al menos la mitad de la Villa, contara con cloacas.
Ese avance tuvo un parate en 2009, por el desfinanciamiento producido por la suba de los costos de obra. “De ese 50 por ciento de la ciudad planificado, se lleva un avance del 65 por ciento.
En el último verano se trató el 40 por ciento que produce la ciudad”, dijo Juan Carlos Sola, gerente de Operaciones de la Cooperativa Integral (Coopi), a cargo del servicio.
Pero Carlos Paz no es toda la cuenca del San Roque.
También la constituyen otras localidades ubicadas sobre sus ríos afluentes y en las que falta tanto, o más, por hacer.
En la cuenca alta, La Falda, Valle Hermoso, Villa Giardino y Huerta Grande cuentan con una planta de tratamiento que procesa el 60 por ciento de sus residuos cloacales.
En la cuenca media, que incluye a Cosquín, Bialet Massé, Tanti y Santa María de Punilla y otras comunas, no hay ni una cuadra de cloacas. Tampoco hay tratamiento en las comunas sobre el río San Antonio (Mayú Sumaj, Tala Huasi, Icho Cruz, San Antonio y Cuesta Blanca)
El lago, provincial.
Ante la polémica generada por la nueva proliferación de algas, la mortandad de peces y el mal olor del San Roque, el secretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Marcelo Cámara, salió al cruce, semanas atrás, de las gestiones del municipio ante la Nación para nuevos estudios: “Los diagnósticos ya están y son coincidentes; no hace falta más gastar en consultoras sino avanzar en soluciones concretas”.
“Todos saben que el principal problema son los líquidos cloacales no tratados. Carlos Paz tiene una planta de tratamiento desde hace años pero subutilizada, porque la ciudad sólo tendió redes en el 30 por ciento de su superficie”, dijo.
Cámara aclaró que “los lagos son de jurisdicción provincial pero las cloacas o el control de efluentes en cada ciudad son cuestiones que dependen de los municipios”.
Tejer más redes. Horacio Pedrone, director de Obras y Servicios de Carlos Paz, apuntó que el municipio proyecta invertir ocho millones de pesos anuales en la continuación de las redes de cloacas: “Ante la falta de financiamiento, nos queda hacer las obras con recursos propios”.
Apuntó que si esa inversión es sostenida, en 10 años se completaría el proyecto inicial.
Eso significa que si el municipio logra realmente destinar ese dinero –que hasta el año pasado no dispuso– recién en una década tendrá el 50 por ciento de la ciudad con redes.
Pedrone apuntó: “Tenemos que hacer la obra en ese 50 por ciento porque la gente ya la pagó y en partes no se hizo. Hay una zona de prestación que le debemos a la gente”, admitió.
Como en casi todas las ciudades que tienen cloacas, las redes se tienden con el sistema de contribución por mejoras, pagado en cuotas por los frentistas.
Otros impactos. Para Juan Carlos Sola, de la Coopi, las cloacas son un problema importante pero no el único para el saneamiento integral del lago.
“Podemos hacer cloacas por todos lados y no solucionaremos la situación del lago si a la vez no se resuelve el tema rural y todo lo que drena desde la cuenca”, opinó.
Sola apuntó que se deben cortar todas las fuentes de nutrientes que llegan desde las sierras, por actividades ganaderas o por las cenizas tras los incendios rurales.
También, otros impactos que genera la ciudad y terminan en el embalse.
En ese sentido aportó que en Cuesta Blanca, sobre el río San Antonio (donde está la toma de agua de la Cooperativa que abastece a Carlos Paz) “los análisis indican que los nutrientes de fósforo y nitrato ya son del 50 por ciento”. Es decir, que parte llega “desde arriba”.
Otros impactos
El agua, desde arriba. Organizaciones ambientalistas también vienen advirtiendo que la calidad del agua se ve, además, afectada por la deforestación en la zona serrana, donde nacen los ríos y arroyos que nutren los lagos.
Desmontes. A menor vegetación nativa, mayor erosión de suelos y, con ello, agua más turbia y más sedimentos en los diques. Y eso viene pasando desde hace décadas en Córdoba.
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