Peces muertos, ayer, en el lago riocuartense, de cinco hectáreas. Foto: LaVoz
Investigan mortandad de peces en el lago Villa Dálcar
Especulan que puede deberse a residuos tirados o por acción de los agroquímicos.
Corresponsalía
Río Cuarto. El Lago Villa Dálcar, espejo de agua de cinco hectáreas que se nutre del arroyo El Bañado, está contaminado. Así lo revelan al menos los innumerables peces que aparecen flotando muertos. El presidente de la comisión vecinal, José Sabena, manifestó su preocupación por la situación, que, si bien se había dado en otras oportunidades, nunca tuvo tal magnitud.
Río Cuarto. El Lago Villa Dálcar, espejo de agua de cinco hectáreas que se nutre del arroyo El Bañado, está contaminado. Así lo revelan al menos los innumerables peces que aparecen flotando muertos. El presidente de la comisión vecinal, José Sabena, manifestó su preocupación por la situación, que, si bien se había dado en otras oportunidades, nunca tuvo tal magnitud.
Sorprendió a los vecinos la aparición de carpas de más de 14 kilos panza arriba en el agua. Sabena apuntó que esta especie, muy valorada porque evita la formación de algas, llegó al lago cuando los biguás (aves de color negro) comenzaron a traer sus huevos en las patas. Se habrían llegado a pescar carpas de poco menos de 20 kilos en este lago ubicado en la zona urbana.
Pero ahora todo tipo de actividad recreativa en el tradicional paseo es imposible y sólo se espera que la Secretaría de Ambiente de la Provincia tome muestras para esclarecer qué fue lo que sucedió. Según Sabena, Miguel Alberto Mancini, especialista en fauna lacustre de la UNRC, anticipó que "no habría rastros de productos clorados en las muestras, por lo que podría ser que los peces hayan muerto por la basura arrojada por vecinos". "Hemos encontrado desde pañales hasta cubiertas de camión.
La gente no cuida.
Las carpas, antes de morir, buscan la parte de arriba del agua, como si faltara oxígeno. Hay planchones de dos metros cuadrados de sardinitas muertas, entre las algas y el musgo", detalló Sabena. Personal municipal se ocupará ahora de rastrillar manualmente el fondo del lago (que en la parte más profunda tiene tres metros y en el resto 1,20), para sacar la basura.
"No podemos vaciar el lago por los peces que quedan. Sería una matanza. Acá hay hasta tortugas marinas que la gente ha tirado; una vez tuvimos que operar a una, para sacarle un anzuelo", recordó Sabena. A todo esto, apenas se advirtió lo ocurrido, semanas atrás, se cerraron las compuertas del canal que comunica el lago con el Parque Ecológico Urbano contiguo. El agua del canal que rodea una pequeña isla, en la que viven monos, carpinchos y nutrias, es renovada con bombas. Fuentes del Parque marcaron la necesidad de investigar "aguas arriba" del arroyo El Bañado, "donde desaguarían campos en los que se usan agroquímicos, criaderos de pollos y hasta una curtiembre clandestina".
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