El día 30 de Abril de 2009, a las 10:00 horas AM, ocuparemos la Banca del Ciudadano, que por Ordenanza Nº 4535 de la Ciudad de Villa Carlos Paz, tiene derecho a ocupar cualquier persona residente de esta Villa. Reiteraremos, ya que hemos ocupado la misma Banca el día 9 de Agosto de 2007, con el mismo Proyecto. Las Reglamentaciones de las Leyes Nº 8770 de Creación de la Reserva Natural Protegida Valle del Cóndor y la Ley Nº 8941 de creación de la Reserva Hídrica Los Gigantes. Demás está decir la importancia que tienen ambas reservas como fuentes proveedoras de agua al Embalse del Lago San Roque y por ende a esta ciudad de Villa Carlos Paz.
En la Reserva Hídrica Los Gigantes, se encuentra el Ex - Yacimiento Uranífero Los Gigantes, aún sin Remediar o Restituir dentro del PRAMU - Proyecto de Restitución Ambiental de la minería de uranio. Este lugar, si bien está cerrado como explotación uranífera, sigue siendo un problema de peligrosidad potencial para todo el TERRITORIO, ya que es la cabecera de la Cuenca del Río San Antonio, en el macizo de Los Gigantes.
No queremos entrar en discusiones ideológicas al respecto de sí una energía, sí, o sí otra energía no. Es un debate que se debe la sociedad misma, ¡por qué no el mundo! Bien es sabido que Energía que no se genera, tiene una causa directa con la vida de la gente. Sin energía no se puede bombear agua para regar sembradios en países muy pobres. Tampoco para generar alimentos y ¡Cuántas cosas más!
Pero también hay una cuestión Filosófica de fondo. ¿Quiénes usan de la mayor parte de la energía en el mundo? Allí veremos la desigualdad de oportunidades en acceder a la misma: el derroche: en los países del "primer mundo" y la carencia " en los países pobres". Es una cuestión de vida o muerte (como dijimos antes), aunque no la podamos percibir aquellos que tenemos la posibilidad de contar con ella.
De todos modos se nos enseñado que la energía nuclear es "quizás la misma limpia de todas". Ahora si comenzamos desde el ciclo inicial del " combustible nuclear ", veremos los gravosos pasivos que nos quedan. Para el caso valga el Ex Yacimiento Uranífero Los Gigantes. ¿Dónde la responsabilidad de aquellos que debían prestar atención a esto, y precisamente desde el mismo momento que comenzara la explotación? ¿Entonces podemos confiar de los lugares donde se fisiona el uranio: llámese reactores nucleares.
Como podrá verse la problemática no es simple. Hasta a veces creemos que no se le puede encontrar solución. La disponibilidad de la energía es un cepo que no se puede romper, aunque apuntemos a las energías renovables. Un gran desafío de la humanidad en la búsqueda de una solución equitativa y segura para todos. Sabido es el gran impacto que han producido la generación de energías a partir de combustibles fósiles. Ni hablar también de las usinas hidroeléctricas en cuanto a impactos ambientales gravosos en muchos lugares del mundo. No es fácil decir esto sí, esto nó. Dependemos de una matriz energética complicada que nos ajusta las posibilidades de elecciones.
Un tema relativo de lo que estamos diciendo, que tampoco podemos ignorar, es el desastre de la usina nuclear de Chernóbil, en Bielorrusia (ex URSS) que afectara no sólo esa región del mundo, sino llevara consecuencias a muchos lugares del orbe.
Desde el Blog Verde, algo sobre lo ocurrido y las consecuencias.
Ing. Químico - Ing. Laboral
Post Grado en Población y Medio Ambiente
FUENTE: TEXTO Y FOTOGRAFÍAS
Accidente de Chernóbil
Posted: 23 Apr 2009 01:12 PM PDT
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar el accidente nuclear más grave de la historia: la tragedia de Chernóbil. A poco de cumplirse un nuevo aniversario, en El Blog Verde queremos repasar una historia que nos permite resaltar, en el presente, la importancia de las energías limpias.
Posted: 23 Apr 2009 01:12 PM PDT
El 26 de abril de 1986 tuvo lugar el accidente nuclear más grave de la historia: la tragedia de Chernóbil. A poco de cumplirse un nuevo aniversario, en El Blog Verde queremos repasar una historia que nos permite resaltar, en el presente, la importancia de las energías limpias.
La Central Nuclear de Chernóbil era administrada, en 1986, por el gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.). En medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Central aumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior.
¿Por qué este accidente nuclear quedó en la historia? Sin dudas, por su inmensa magnitud. El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES.
La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo recién en diciembre de 2000. Hoy, Chernóbil es una ciudad casi abandonada.
La contaminación del accidente de 1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernóbil se encuentra en el suelo, con estroncio-90 y cesio-137 que son absorbidos por las plantas y los hongos, ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.
¿Por qué este accidente nuclear quedó en la historia? Sin dudas, por su inmensa magnitud. El material radiactivo liberado fue unas 500 veces superior al que liberó la bomba atómica que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima en 1945. Otra muestra de la relevancia de la tragedia de Chernóbil es que se trata del único accidente que alcanzó la categoría más alta (nivel 7) en la escala INES.
La explosión causó la muerte directa de 31 personas y obligó a que el gobierno de la U.R.S.S. ordenara la evacuación de 135.000 personas. La radiactividad emanada por el accidente llegó a diversos países europeos.
Pese a la catástrofe, el cierre definitivo de la Central se produjo recién en diciembre de 2000. Hoy, Chernóbil es una ciudad casi abandonada.
La contaminación del accidente de 1986 se extendió por todas las regiones cercanas a la planta nuclear, siendo Bielorrusia la nación más afectada. Todavía hoy la contaminación de Chernóbil se encuentra en el suelo, con estroncio-90 y cesio-137 que son absorbidos por las plantas y los hongos, ingresando, de esta forma, en la cadena alimenticia.
Las consecuencias del accidente de Chernóbil, por supuesto, también llegaron a los seres humanos y a la flora. Los casos de cáncer de tiroides se expandieron por Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Por otra parte, tras la explosión, los pinos que se encontraban alrededor de la Central adquirieron un extraño color marrón y murieron. La zona pasó a conocerse como el Bosque Rojo.
Más allá de las deficientes condiciones de seguridad que pudieran existir en la planta ucraniana y los avances de la tecnología en el siglo XXI, está claro que la energía nuclear siempre implica un riesgo. Un guerra nuclear, por ejemplo, liberaría unos 700 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, una cifra equivalente a la que emite Gran Bretaña en un año.
Es importante tener en cuenta que los accidentes nucleares siguen existiendo. El año pasado, en España, se detectaron 66 incidentes, algunos de ellos de gravedad.
Las centrales nucleares estadounidenses, por otra parte, siguen matando millones de peces al año, según ha comprobado un estudio científico. El peligro nuclear aún está vigente en todo el mundo, como se encargó de demostrar Greenpeace con una serie de protestas en Argentina.
El accidente de Chernóbil, por lo tanto, no es sólo una parte triste del pasado de la humanidad. Sus consecuencias siguen vigentes y deberían ser un incentivo para el fomento de las energías renovables y seguras.
Fotos: Flickr
Más allá de las deficientes condiciones de seguridad que pudieran existir en la planta ucraniana y los avances de la tecnología en el siglo XXI, está claro que la energía nuclear siempre implica un riesgo. Un guerra nuclear, por ejemplo, liberaría unos 700 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, una cifra equivalente a la que emite Gran Bretaña en un año.
Es importante tener en cuenta que los accidentes nucleares siguen existiendo. El año pasado, en España, se detectaron 66 incidentes, algunos de ellos de gravedad.
Las centrales nucleares estadounidenses, por otra parte, siguen matando millones de peces al año, según ha comprobado un estudio científico. El peligro nuclear aún está vigente en todo el mundo, como se encargó de demostrar Greenpeace con una serie de protestas en Argentina.
El accidente de Chernóbil, por lo tanto, no es sólo una parte triste del pasado de la humanidad. Sus consecuencias siguen vigentes y deberían ser un incentivo para el fomento de las energías renovables y seguras.
Fotos: Flickr
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Artículo de Javier Rodriguez Pardo
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