EL CENSO EN CÓRDOBA:
http://www2.lavoz.com.ar/08/08/28/secciones/sociedad/nota.asp?nota_id=235039
Jueves 28 de agosto de 2008
Edición impresa Sociedad Nota La foto de una provincia / Las más y las menos pobladas
Visitaron 100 viviendas en 20 mil hectáreasEn la Pampa de Olaen participaron siete maestros de la escuela albergue. Relac: 27-->Multi: 0-->
José Hernández Corresponsalía Pampa de Olaen. Ayer fue un amanecer diferente en la escuela rural albergue Obispo Salguero, ubicada en el corazón de la Pampa de Olaen, a 22 kilómetros de la ciudad de La Falda, generalmente silenciosa para acunar a los 33 chicos que pernoctan de lunes a viernes. Con el viento sur que se hacía sentir, la directora Mirta Chuchla impartía instrucciones a sus maestros rurales Raúl Foresta, Natalia Quevedo, César Cuello, Silvina Rocha, Ermácora Gauto y Oscar Rodríguez. El censo provincial había comenzado, y la ronda del mate no se cortaba en manos de la apresurada cocinera Marcela Maldonado. Cada uno con sus planillas bajo el brazo salieron a desandar lo que técnicamente se denominó Radio 13, Departamento 091, Localidad 120, Municipio 0700. La realidad era otra en los hechos e implicó recorrer 20 mil hectáreas para censar menos de 100 viviendas, delimitadas por los puentes de Río Pinto y Molinari y la costa de los ríos Carnerillo y Cosquín, en los predios bajo el patronato de la Fundación San Roque. Los medios de movilidad fueron escasos. Dos camionetas 4 x 4, una propiedad del maestro Oscar Rodríguez y otra prestada por la Municipalidad de La Falda. Un solo camino en malas condiciones es la columna vertebral de la región: Molinari-Characato, el resto quedó en manos del profundo conocimiento de los maestros rurales de huellas, senderos y cortadas para llegar a los puestos, pequeñas viviendas y ranchos que salpican el paisaje idílico y mágico de esta región que atesora ocho mil años desde que la pisara el hombre. La llegada de los censistas a la casa de la familia Funes, ubicada en cercanías de la Cascada de Olaen, bien puede ser el caso testigo que se repitió sin mayores variaciones en cada una de las viviendas censadas. Como recibimiento una jauría de perros, que sólo se calmó con la voz recia de su dueño, el agreste paisaje mostraba los corrales con vacunos, algún potro sin domar que se resistía al cabresto, las gallinas y las cabras que pastaban. Pero, invariablemente, mientras se completaban las planillas del censo, surgía a hora temprana el mate acogedor y el pan recién salido del horno, con esa especial bienvenida lugareña. La cordialidad fue cambiando de menú al acercarse el mediodía y fue reemplazada por el vaso de vino y el salame casero. La tarde terminó con maestros agotados, que habían caminado esta región signada por la soledad y el silencio.
Jueves 28 de agosto de 2008
Edición impresa Sociedad Nota La foto de una provincia / Las más y las menos pobladas
Visitaron 100 viviendas en 20 mil hectáreasEn la Pampa de Olaen participaron siete maestros de la escuela albergue. Relac: 27-->Multi: 0-->
José Hernández Corresponsalía Pampa de Olaen. Ayer fue un amanecer diferente en la escuela rural albergue Obispo Salguero, ubicada en el corazón de la Pampa de Olaen, a 22 kilómetros de la ciudad de La Falda, generalmente silenciosa para acunar a los 33 chicos que pernoctan de lunes a viernes. Con el viento sur que se hacía sentir, la directora Mirta Chuchla impartía instrucciones a sus maestros rurales Raúl Foresta, Natalia Quevedo, César Cuello, Silvina Rocha, Ermácora Gauto y Oscar Rodríguez. El censo provincial había comenzado, y la ronda del mate no se cortaba en manos de la apresurada cocinera Marcela Maldonado. Cada uno con sus planillas bajo el brazo salieron a desandar lo que técnicamente se denominó Radio 13, Departamento 091, Localidad 120, Municipio 0700. La realidad era otra en los hechos e implicó recorrer 20 mil hectáreas para censar menos de 100 viviendas, delimitadas por los puentes de Río Pinto y Molinari y la costa de los ríos Carnerillo y Cosquín, en los predios bajo el patronato de la Fundación San Roque. Los medios de movilidad fueron escasos. Dos camionetas 4 x 4, una propiedad del maestro Oscar Rodríguez y otra prestada por la Municipalidad de La Falda. Un solo camino en malas condiciones es la columna vertebral de la región: Molinari-Characato, el resto quedó en manos del profundo conocimiento de los maestros rurales de huellas, senderos y cortadas para llegar a los puestos, pequeñas viviendas y ranchos que salpican el paisaje idílico y mágico de esta región que atesora ocho mil años desde que la pisara el hombre. La llegada de los censistas a la casa de la familia Funes, ubicada en cercanías de la Cascada de Olaen, bien puede ser el caso testigo que se repitió sin mayores variaciones en cada una de las viviendas censadas. Como recibimiento una jauría de perros, que sólo se calmó con la voz recia de su dueño, el agreste paisaje mostraba los corrales con vacunos, algún potro sin domar que se resistía al cabresto, las gallinas y las cabras que pastaban. Pero, invariablemente, mientras se completaban las planillas del censo, surgía a hora temprana el mate acogedor y el pan recién salido del horno, con esa especial bienvenida lugareña. La cordialidad fue cambiando de menú al acercarse el mediodía y fue reemplazada por el vaso de vino y el salame casero. La tarde terminó con maestros agotados, que habían caminado esta región signada por la soledad y el silencio.
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