Aún no remedian el Camino del Cuadrado
La ruta mejoró la circulación turística entre Sierras Chicas y Punilla. Pero causó daños que aún no fueron reparados. Los trabajos iniciados hace un año se detuvieron.
Piedras por agua. Un pequeño dique, sobre el arroyo Vaquerías, repleto de sedimentos que caen de los taludes construidos para la ruta (La Voz).
En Vialidad, un vocero admitió a este diario que “se debió hacer un ajuste del plan de obras” para adecuarlo a nuevos planteos y necesidades, y que un nuevo convenio con la UNC “se firmará en los próximos días para darle continuidad”.
El biólogo Gustavo Reati, uno de los encargados por parte de la UNC del seguimiento de las remediaciones, planteó que “los trabajos no se terminaron y quedaron casi parados, luego de que algunas lluvias, hace un año, agravaran los problemas”. Coincidió en que “hubo una nueva negociación con técnicos de la Provincia y que está por firmarse un nuevo convenio”.
Según Reati, el principal problema lo representa el modo de construcción de los taludes de tierra.
El mayor de todos genera, con cada lluvia, nuevos desprendimientos que terminan tapando de escombros el arroyo Vaquerías y un pequeño dique.
Reati insistió en que los principales inconvenientes se produjeron en el tramo más cercano al valle de Punilla, donde se varió la traza original del proyecto: en vez de bajar hacia La Falda, la ruta desemboca en su vecina Valle Hermoso, “atravesando un sector que demandó mucho más movimiento de tierra”.
Dijo que “se hizo pasar la ruta por un área de falla, erosionable, que tiene un basamento rocoso que produce deslizamientos”. Citó que se movieron, sólo en ese sector, 1,2 millón de metros cúbicos de tierra.
En Vialidad, en cambio, sostienen siempre que la ejecución de la ruta sobre la vieja traza que culmina sobre el Hotel Edén, en La Falda, habría sido más costosa y complicada.
Fauna y agua.
Aunque toda obra relevante requiere estudios de impacto ambiental previos, a más de un año de haberse inaugurado, la UNC insistirá ahora en incluir en el acuerdo con la Provincia la realización de un diagnóstico certero sobre dos dudas ambientales. Una es si hubo impacto sobre la fauna. Otra, si se originaron cambios en la cuenca hídrica, en cuanto al aporte y distribución de agua en esa zona serrana.
Hace un año, además, Vialidad se comprometía también a una reforestación de todos los bordes de la nueva ruta y de los sectores desmontados. Esa tarea se inició, pero tampoco fue terminada.
En algunos taludes sí se hizo siembra de pasturas para evitar su fácil erosión.
35 kilómetros de ruta serrana
Seis años. La ruta fue iniciada en 2005 y culminada en 2011. Costó unos 140 millones de pesos. Vialidad prometió hace un año destinar otros 20 millones para remediar daños.
Lo que une. Son 35 kilómetros sobre una pintoresca zona serrana, desde Salsipuedes-Río Ceballos (Sierras Chicas) hasta Valle Hermoso-La Falda (Punilla)
Tráfico. En el verano último, como en fines de semana largos, se estima que circularon en promedio más de mil autos por día.
Pendiente. Además de obras de remediación ambiental, falta ejecutar el desvío que evite, en Valle Hermoso, la intersección directa con la ruta nacional 38.
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