IMAGEN DEL SITIO: http://www.windows.ucar.edu/tour/link=/earth/geology/geology.sp.htmlNOTA DE OPINIÓN DEL DIARIO LA VOZ DEL INTERIOR
La geología argentina ante los nuevos desafíos
Por Pablo Martínez Carranza.
Doctor en Geología
Los geólogos, que todos los años celebran por estas fechas su día nacional, recibieron a fines del año pasado la noticia de que el Ministerio de Educación de la Nación, por resolución Nº l.412/08, incorporó sus actividades profesionales al listado de carreras cuyo ejercicio compromete el interés público por su vinculación con la salud, la seguridad y los bienes de los habitantes.
Como lo prevé la Ley de Educación Superior, esta distinción comporta una gran responsabilidad, en el sentido de obligar a las escuelas respectivas a adecuar los contenidos curriculares, la carga horaria, intensificar la formación práctica y acreditar periódicamente la excelencia a través de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau), al tiempo que el ministerio fijó, también con acuerdo del Consejo de Universidades, los nuevos alcances profesionales de esos egresados.
Esa medida encuentra su sustento en que las actividades del geólogo implican investigar riesgos naturales de enorme impacto en la vida humana –vulcanismo, sismos, tsunamis, deslizamientos, erosión, etcétera–, como también riesgos generados por la actividad humana tales como fallas en las fundaciones de obras civiles, contaminación de acuíferos y degradación de áreas naturales entre otros, por lo que es su responsabilidad elaborar cartas de riesgo geológico y asesorar sobre los derechos de exploración y explotación de minerales y combustibles.
Debido al proceso creciente de integración con el resto de América y el mundo, se está en una profunda revisión de la situación para adecuarla a los criterios del Mercosur Educativo, como al ámbito de la Unión Europea-ALC. También se enfatiza lograr un perfil profesional fundado en lo ético, asociado a una gran responsabilidad social y política, con acento en la preservación del ambiente y el desarrollo sustentable.
Impacto local y regional. Todas las reformas a los planes de estudios y a la capacitación técnica y científica de estos universitarios traerán aparejada una mejor preparación para afrontar desafíos cada día más acuciantes, tanto en Córdoba como en la región, que necesitan enfrentarlos con todos los avances que la ciencia y la moderna tecnología permiten. Así por ejemplo, en equipos interdisciplinarios con agrónomos, trabajar en el aparentemente imparable efecto de la desertificación –erosión y voladura de suelos– que va convirtiendo en eriales lo que otrora fueran fértiles campos de gran potencial para la producción de alimentos.
La hidrogeología puede servir de base para un aprovechamiento sustentable del recurso agua subterránea, que cada día se vuelve más escaso y con riesgo cierto de contaminación; la búsqueda y puesta en valor de nuevos yacimientos minerales y de rocas se ha tornado imperiosa para atender a una industria que los requiere en calidad y cantidad crecientes.
La matriz energética nacional necesita con urgencia el descubrimiento de nuevas cuencas de hidrocarburos líquidos y gaseosos, así como explorar formas nuevas y no contaminantes de generación de energía, como la geotérmica; la pujante industria de la construcción local urge investigaciones geotécnicas, con ensayos y clasificación mecánica de suelos y rocas, estabilidad de taludes, etcétera.
La resolución citada también apunta a incentivar la participación de los graduados, aun aquellos con décadas de ejercicio profesional, como forma de reciclar su formación y acceder a una actualización acorde con los nuevos requerimientos científicos y tecnológicos.
La geología argentina, cuya cuna fue precisamente Córdoba y su Academia Nacional de Ciencias, tiene hoy la inmejorable oportunidad de brindar naturalistas a la sociedad con gran formación para atender una gama muy grande de necesidades en relación con los recursos que brinda este planeta.
Sabía lo que hacía la Unesco cuando declaraba, hace ya varias décadas, la geología, junto con las matemáticas, la física, la química y la biología, como las “ciencias fundamentales”, el soporte de todo el saber de la humanidad, toda vez que la ciencia de la Tierra no podía estar ausente con su aporte sustantivo a develar los misterios del cosmos y la vida misma.
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