En la UNC, Guido estudia cómo la retina de individuos ciegos sincroniza el organismo con el entorno.
Un científico cordobés ganó la beca Guggenheim
Es el tercer investigador de Córdoba en lograrlo. Mario Guido es especialista en neurociencia y cronobiología.
El investigador cordobés Mario Guido, ganó la preciada beca que otorga la Fundación John Simon Guggenheim, en su edición 2009. El científico obtuvo la distinción por su trabajo en neurociencias. Estudia el reloj biológico que funciona en la retina, aun en organismos ciegos. Su trabajo podría mejorar calidad de vida de personas no videntes. La investigación se realiza en el Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Guido utiliza un modelo animal.
A partir del estudio de pollos que nacen con una ceguera similar a la que padecen algunas personas con una enfermedad hereditaria (amaurosis congénita de Lebery), el equipo de Guido investiga la capacidad de ciertas células de la retina que no participan en la formación de imágenes pero que sí intervienen en la sincronización de organismo con su entorno.
En el sistema de la visión de los vertebrados existen dos circuitos: el visual, que permite la formación de imágenes a partir de la luz que recibe la retina, y otro no visual, que detecta cambios bruscos en la intensidad lumínica. Este segundo circuito es "el que pone en hora" y controla la intensidad de luz, el reflejo pupilar, regula el sueño y la producción de melatonina.
Por lo tanto, es muy importante para sincronizar el funcionamiento del organismo con el ambiente. Orgullo local. Guido no sabe todavía de cuánto es la suma de dinero que se le entregará. La beca es por un año y le permitirá visitar centros de investigación y laboratorios de EE.UU. y Canadá, así como desarrollar el proyecto científico con el que se postuló.
Fue uno de los 33 ganadores de Latinoamérica y el Caribe, elegido entre más de 500 postulantes. Es el tercer reconocimiento en ciencias naturales para un cordobés, luego de Ranwel Caputto (1952) y Alfredo Cáceres (2001). "Me siento orgulloso de haberme formado y continuar trabajando en la UNC y de pertenecer al Conicet. Espero que sea un estímulo para pensar que desde aquí se puede", expresó.
FUENTE: LA VOZ DEL INTERIOR 13/06/09
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