http://www.semanariobamba.com.ar/semana/interes_general.htmLa ergonomía ¿para qué sirve?
«No buscar la productividad como fin económico, sino como actuación humana creadora en el trabajo» El autor
La primera idea que se nos ocurre en cuanto al campo del alcance de la ERGONOMÍA, es quizás una vaga representación con lo relativo al diseño de una silla o butaca de automóvil y de otras tantas cosas utilitarias más.Pero la ERGONOMÍA va muchísimo más allá de lo que es el «Diseño Industrial», que justamente por ser pluridisciplinaria, lo contiene. En nuestro país, por desgracia, no se la tiene muy en cuenta, tanto sea a nivel de legislación y de ejecución, como práctica necesaria de esta tecnología científica, en cada una de las organizaciones.
¿En qué reside su importancia? La etimología de la palabra nos resume: ERGO: trabajo, y NOMOS: leyes que rigen el trabajo. Cuando hablamos de leyes es en el sentido superlativo del marco por donde discurre el accionar del trabajo humano.Como tantas veces dijéramos, la búsqueda del equilibrio en ECOLOGÍA es prestar atención a los ecosistemas. Por analogía en ERGONOMIA, debería buscarse el equilibrio de los «ergosistemas».Tanto necesita la República Argentina de «ponerse al día» en la temática ergonómica, que las leyes laborales están muy alejadas de otras formas de actuar en el mundo (quien quiera hacer legislación comparada se dará cuenta de ello); y del estudio científico que aporta día a día nuevos conocimientos.
Llevamos muchísimos años rezagados en problemáticas que debieran solucionarse muy fácilmente. Sin embargo, siguen sin resolverse. La ergonomía busca a través de sus metodologías «soluciones fáciles y eficientes a los grandes problemas de las organizaciones». Quién, sino ella, está basada en la «productividad» del trabajo del hombre.
Hemos recalcado muchas veces cómo la ENTROPIA, en una mínima definición conceptual, es calor que no puede transformarse en trabajo útil. Hablar de calor y trabajo, es como si habláramos de la misma cosa. El calor es energía transformada en el cuerpo, que sirve para la vitalidad de los músculos, nuestro cerebro y se puedan generar fuerzas. Y llegamos a una definición: «Cuando una fuerza se desplaza, genera un trabajo». Hasta allí una brevísima y simplificada idea que nos viene desde la termodinámica y la física.
¡Cuánto calor desperdiciado en las organizaciones! ¡Cuánto trabajo inútil o ausente! La entropía que nos gana como sistema cerrado y no permite el creador intercambio de energías por fuera y por dentro de las mismas.Ejemplos simplificados: una larga cola para pagar o hacer algún trámite. ¿Nos hemos puesto a pensar la energía desperdiciada en el tiempo que insumen tales cosas? La burocracia presente en la atención ¿no es otra cosa que problemas de los sistemas de trabajo que ni siquiera son observados y menos corregidos?
Trabajo no productivo, desperdiciado para unos y otros. Para los que «atienden» y son «atendidos» en una mesa de entrada o un mostrador; para los que quieren «hacerse escuchar» y no son «escuchados» en los poderes del Estado.El comportamiento de las organizaciones, del propio Estado como súper estructura nos marca… ¡tantas veces!.. el alejamiento de la planeación responsable y de un acercamiento mínimo al comportamiento organizacional.
Esto último, no es otra cosa que el basamento: «los actos y actitudes de las personas en las organizaciones». En definitiva el trabajo humano en su máxima dimensión física, psíquica y social. Y lo más importante: el aspecto ambiental. ¿Alguien podría decir que el ambiente no produce desequilibrios en las organizaciones y su medio? La ERGONOMÍA está íntimamente relacionada con la ECOLOGÍA. ¿Dónde sino en este planeta Tierra puede darse en forma masiva la posibilidad del trabajo, como dignidad de cada persona integrante de esta civilización?
La Ergonomía brinda la oportunidad de comprender gran parte de la «complejidad» de las situaciones organizacionales, de su ambiente y las relaciones estructurales desde un aspecto psíquico y social. Europa, quizás para nuestra forma de ver, ha hecho grandes avances en la materia, sobre todo en las Organizaciones Laborales y también en los mismos Estados, como generadores y propulsores de actividades ergonómicas abiertas y extensivas. Creemos que la productividad del trabajo humano, tan buscada desde el tiempo histórico del Taylorismo, debe ser investigada en Argentina (no copiada; contemplar lo nuestro en primera instancia); para que se pueda canalizar en el marco de consensos y experiencias sumamente beneficiosas.
Obviamente que estos consensos tienen un principio netamente filosófico y ético del trabajo humano en las organizaciones básicas, con proyección hacia el Estado como estructura contenedora de una Nación. Sin estos dos pilares, imposible buscar un norte.El colapso que sufrimos de vez en cuando, los argentinos -y pareciera sin solución de continuidad en el plano político, económico- tiene muchísimo que ver con la Entropía que gana cada vez más a las organizaciones. De muchas formas, no sólo por desconocimiento y ocupación de aquellos que tienen el deber de legislar y ejecutar, sino -entre otras situaciones- la corrupción que socava a las estructuras sin diferenciación alguna.
Debemos buscar que los sistemas organizacionales sean abiertos y dinámicos interactuando siempre con el medio que los rodea. Funcionarios que bajen al contacto ciudadano, la búsqueda del equilibrio a través del diálogo entre trabajadores y sus superiores. En las escuelas: conjunción de los que enseñan y los que quieren aprehender y no aprender. Allí también debiera estar la Ergonomía Cognitiva, como rama de la Ergonomía.
Tener bien en claro que una organización, un sistema, una Nación que no se adapte a las circunstancias cambiantes, se atrofiará. Es hora de que se preste atención a la ERGONOMÍA en las estructuras del ESTADO. De allí proyectarse como política de modo que las fuerzas organizacionales trabajen interrelacionadas y en muchos casos interdependientes e interactuantes.
Sin ello, es imposible alcanzar los objetivos y funciones propias y colectivas. Claro sí, en un marco de respeto a las libertades y derechos consagrados en una REPÚBLICA, caso contrario iremos quedando aún más atrasados de lo que estamos.
Juan Carlos A. Paesani
Ing. Laboral Especialista en Higiene y Seguridad en el Trabajo
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