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Buenos Aires, 8 junio 2006.- El brusco descenso del caudal del río Iguazú dejó al desnudo las paredes de basalto y, de pronto, las Cataratas quedaron reducidas a un puñado de saltos silenciosos. Esto ocurrió el martes, pero continuó ayer, y nadie se anima a brindar certezas sobre cuál será el comportamiento de las aguas en los días venideros.
El sonido que produce el agua al impactar contra las piedras se esfumó como por arte de magia y enmudeció a quienes el martes transitaron desde muy temprano las pasarelas del Parque Nacional Iguazú.
En períodos secos las represas acumulan, con impactos sobre el caudal aguas abajo. ampliar imagen
El descenso del caudal del río es producto de la falta de lluvias en las altas cuencas, en territorio brasileño. Esta situación se vio agravada por las represas del país vecino que cerraron sus compuertas en un intento por juntar agua para la generación de electricidad.
La escasa cantidad de agua obligó a la empresa Iguazú Jungle Explorer a suspender todas las actividades náuticas, incluso el paseo en lanchas por el Iguazú inferior hasta la zona de los saltos. Alejandro Arrabal, responsable de la empresa, dijo que "nuestros timoneles manejan determinados parámetros de se seguridad para la navegación y nos informaron que no estaban dadas las condiciones para realizar la travesía. Hoy (por ayer) la situación se normalizó y también nuestras actividades", agregó Arrabal.
El guardaparques Luciano Giménez contó que el descenso fue gradual en las últimas semanas y llegó a su pico el martes, cuando "alrededor del 10 por ciento de los saltos quedaron con algo de agua. Sobresalían la Garganta del Diablo y el San Martín, pero otros que normalmente son caudalosos apenas tenía un hilo de agua".
Giménez afirmó que "hace más de diez años que no se registraba una situación similar. A principios de este año hubo un descenso, pero no fue tan pronunciado como este".
El guardaparques dijo que "pese a que hace bastante que no llueve, en la zona del Parque los arroyos mantienen su caudal y la fauna y la flora no sienten el impacto".
Los turistas que el martes iniciaron su recorrido por la pasarela que conduce a Garganta del Diablo se sorprendieron al ver las piedras desnudas del lecho del río. El Iguazú, que se ensancha poco antes de las Cataratas, había quedado reducido a un pequeño curso de agua que corría por la parte más profunda del cauce.
Tanto en la Prefectura de Puerto Iguazú como el guardaparques coincidieron en señalar que "es impredecible el comportamiento del río". Ayer estaba creciendo casi 20 centímetros por hora, pero en la parte superior las represas tenían un caudal muy bajo. En el caso de Caxías, apenas dejaba pasar por su vertederos 412 metros cúbicos por segundo, cuando normalmente arroja 1.350 metros cúbicos por segundo.
En la oficina de Comunicaciones de la Prefectura de Iguazú dijeron que "está previsto para las próximas horas que se mantenga el caudal en bajante".
Por su parte, Arrabal dijo que "la situación es muy complicada porque desde Brasil no nos están aportando información sobre los caudales de las represas. No hay una proyección de la cantidad de agua que van a largar. Desde hace varios días sólo cargan en una página en Internet los registros del día anterior", se quejó.
Para los próximos días se pronostican lluvias para toda la región y en Puerto Iguazú imploran para que también lleguen hasta las altas cuencas del río Iguazú para normalizar el caudal y de esa forma permitir que las Cataratas recobren todo su esplendor.
La escasa cantidad de agua obligó a la empresa Iguazú Jungle Explorer a suspender todas las actividades náuticas, incluso el paseo en lanchas por el Iguazú inferior hasta la zona de los saltos. Alejandro Arrabal, responsable de la empresa, dijo que "nuestros timoneles manejan determinados parámetros de se seguridad para la navegación y nos informaron que no estaban dadas las condiciones para realizar la travesía. Hoy (por ayer) la situación se normalizó y también nuestras actividades", agregó Arrabal.
El guardaparques Luciano Giménez contó que el descenso fue gradual en las últimas semanas y llegó a su pico el martes, cuando "alrededor del 10 por ciento de los saltos quedaron con algo de agua. Sobresalían la Garganta del Diablo y el San Martín, pero otros que normalmente son caudalosos apenas tenía un hilo de agua".
Giménez afirmó que "hace más de diez años que no se registraba una situación similar. A principios de este año hubo un descenso, pero no fue tan pronunciado como este".
El guardaparques dijo que "pese a que hace bastante que no llueve, en la zona del Parque los arroyos mantienen su caudal y la fauna y la flora no sienten el impacto".
Los turistas que el martes iniciaron su recorrido por la pasarela que conduce a Garganta del Diablo se sorprendieron al ver las piedras desnudas del lecho del río. El Iguazú, que se ensancha poco antes de las Cataratas, había quedado reducido a un pequeño curso de agua que corría por la parte más profunda del cauce.
Tanto en la Prefectura de Puerto Iguazú como el guardaparques coincidieron en señalar que "es impredecible el comportamiento del río". Ayer estaba creciendo casi 20 centímetros por hora, pero en la parte superior las represas tenían un caudal muy bajo. En el caso de Caxías, apenas dejaba pasar por su vertederos 412 metros cúbicos por segundo, cuando normalmente arroja 1.350 metros cúbicos por segundo.
En la oficina de Comunicaciones de la Prefectura de Iguazú dijeron que "está previsto para las próximas horas que se mantenga el caudal en bajante".
Por su parte, Arrabal dijo que "la situación es muy complicada porque desde Brasil no nos están aportando información sobre los caudales de las represas. No hay una proyección de la cantidad de agua que van a largar. Desde hace varios días sólo cargan en una página en Internet los registros del día anterior", se quejó.
Para los próximos días se pronostican lluvias para toda la región y en Puerto Iguazú imploran para que también lleguen hasta las altas cuencas del río Iguazú para normalizar el caudal y de esa forma permitir que las Cataratas recobren todo su esplendor.
Fuente:
Iguazú, Misiones, Argentina, 9 junio 2006.- El descenso del caudal en las Cataratas se registró en varias oportunidades este año como consecuencia de la falta de lluvias en la cuenca del río Iguazú en Sierra Do Mar, Brasil y la retención de agua en el embalse de las cinco represas que Brasil tiene en esta cuenca: Foz do Areia, Salto Santiago, Salto Osorio, Segredo y Salto Caxía, esta última la más próxima a nuestra frontera.
Con la llegada de las lluvias, el alma le volvió al cuerpo a funcionarios y operadores turísticos de Iguazú. Hasta el miércoles se mostraban preocupados porque las Cataratas habían quedado secas y sólo se producía caída de agua en un puñado de saltos.
"Justo en momentos en que las precipitaciones eran escasas los hermanos brasileños cierran las compuertas de las represas", apuntó en declaraciones radiales el intendente de Iguazú, Claudio Filippa, quien se mostró entusiasmado porque la situación está volviendo a la normalidad. "Con la llegada de las lluvias se reactivaron los paseos", añadió.
Ese destino turístico misionero se encuentra en temporada baja por lo que encendió una luz de alarma pero no representó grandes pérdidas económicas para los operadores turísticos. A su vez, están agotadas las reservas a partir de julio y hasta marzo de 2007 por lo que el panorama es sumamente alentador.
Los ocho milímetros de lluvia que se registraron el martes por la noche en el puerto de Comandante Andresito permitieron que aumentara a 75 centímetros el nivel de agua, según estimaron en la Prefectura Naval Argentina, ya que el caudal normal no varió.
Fuente: Diario El Tribuno,
Con la llegada de las lluvias, el alma le volvió al cuerpo a funcionarios y operadores turísticos de Iguazú. Hasta el miércoles se mostraban preocupados porque las Cataratas habían quedado secas y sólo se producía caída de agua en un puñado de saltos.
"Justo en momentos en que las precipitaciones eran escasas los hermanos brasileños cierran las compuertas de las represas", apuntó en declaraciones radiales el intendente de Iguazú, Claudio Filippa, quien se mostró entusiasmado porque la situación está volviendo a la normalidad. "Con la llegada de las lluvias se reactivaron los paseos", añadió.
Ese destino turístico misionero se encuentra en temporada baja por lo que encendió una luz de alarma pero no representó grandes pérdidas económicas para los operadores turísticos. A su vez, están agotadas las reservas a partir de julio y hasta marzo de 2007 por lo que el panorama es sumamente alentador.
Los ocho milímetros de lluvia que se registraron el martes por la noche en el puerto de Comandante Andresito permitieron que aumentara a 75 centímetros el nivel de agua, según estimaron en la Prefectura Naval Argentina, ya que el caudal normal no varió.
Fuente: Diario El Tribuno,
El Parque Nacional Iguazú es el más visitado de la Argentina, con más de un millón de turistas nacionales y extranjeros por año, además de ser un Sitio del Patrimonio Mundial de UNESCO. Foto Dave Curtis ampliar imagen
En caso de publicar la nota, favor de citar la fuente Fundación PROTEGER - miembro de la UICNUnión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
Argentina y Uruguay dirimen en la Corte Internacional de Justicia su desacuerdo por la instalación de una fábrica de celulosa en el río Uruguay, que divide a ambos países. La planta está cerca de la sudoccidental ciudad uruguaya de Fray Bentos. Pero residentes de la argentina ciudad de Gualeguaychú temen que esa industria contamine las aguas. En ese caso, el tratado que los dos países habían firmado y una comisión administradora del río Uruguay no impidieron que la crisis escalara, entre otros motivos, por falta de coordinación previa, según diplomáticos de la cancillería argentina.La Fundación Proteger, con sede en la nororiental provincia argentina de Santa Fe, hace tiempo advierte sobre la necesidad de un “enfoque ecosistémico” de las cuencas, que necesita consenso de los países. “El manejo del agua en cuencas compartidas es uno de los grandes desafíos de nuestro siglo”, dijo a IPS el activista Jorge Cappato, de la entidad.Cappato recordó que en junio de 2006 las Cataratas del Iguazú quedaron “casi secas” por el cierre de las compuertas de las cinco represas brasileñas para acumular agua y generar electricidad en un período de sequía. “Había escasez de lluvia, pero lo decisivo fue el cierre de las represas”, remarcó.En su opinión, debería existir un plan de manejo regional para evitar impactos económicos y sociales ulteriores tanto en el Iguazú como en el Paraná y en el Uruguay, que conforman la vasta Cuenca del Río de la Plata.La Fundación envió este mes una carta a la cancillería argentina, alertando sobre la pronunciada bajante del caudaloso Paraná, a raíz de la actividad de los embalses de las centrales hidroeléctricas Yacyretá, argentino-paraguaya, e Itaipú, brasileño-paraguaya.Según la misiva, a la que tuvo acceso IPS, la altura media del Paraná en la nororiental provincia de Corrientes, que era de 4,05 metros en 2007, bajó a 3,38 metros en 2008 y a 2,54 metros en enero de este año.La escasez de lluvias es el factor desencadenante, pero las represas agudizan el problema al acaparar agua para generar electricidad, afirma el texto.Igualmente delicado es el equilibrio del río Uruguay que, con casi 25 represas en su curso, varias de ellas binacionales, va camino de convertirse en una cadena de estanques aislados, con impactos en la pesca, los humedales, la calidad y cantidad de agua y la biodiversidad regional, advirtió Cappato.
Fuente: IPS - Inter Press Service / por Marcela ValenteNota completa y fotos:
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El día en el que las Cataratas del Iguazú quedaron casi secas. Fue en junio de 2006 por la falta de lluvias y el cierre de represas en Brasil. Un fenómeno inesperado.
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