Posted: 03 Mar 2009 05:16 AM CST
Trágica jornada la de ayer, en la que murieron unos 150 cetáceos entre ballenas y delfines en la playa Naracoopa, en King Island, cerca de Tasmania. Diversos grupos de rescatistas intentaron salvar a las casi 200 ballenas y delfines que quedaron varados en la playa el domingo a la noche.
Tan sólo a la mañana de ayer ya habían muerto algunos, según informó Chris Arthur, portavoz del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania. Y el saldo final es de 150. Pero mucha gente acudió a la playa a salvar a los animales, familias con niños, madres, abuelos. Todos ayudaron llevando agua en baldes para mantenerlos mojados bajo el sol, o espantando a los que seguían acudiendo a la playa para quedar varados.
Como en otras ocasiones la razón por la que tantas ballenas y delfines se hayan varado en la playa es desconocida. Los atrapó una marea extremadamente baja, pero el por qué se acercaron tanto a la costa, y no se alejaron se desconoce.
Si bien Mark Simmonds, un experto en varamientos de cetáceos de la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines, dijo que al ser dos las especies varadas y en tal cantidad, se sospecha casi con certeza que hay un factor humano detrás. Posiblemente algún sonar militar, que habría asustado a los cetáceos, ya que produce sonidos similares al de las orcas cuando cazan.
De forma natural se pueden dar los varamientos si el líder de una manada de cetáceos tiene algún problema en sus sentido de orientación, ya sea por alguna infección del sistema nervioso y del oído medio. Como son animales sociales, todos siguen al líder por más que este haya equivocado el camino.
Vía La nación
Trágica jornada la de ayer, en la que murieron unos 150 cetáceos entre ballenas y delfines en la playa Naracoopa, en King Island, cerca de Tasmania. Diversos grupos de rescatistas intentaron salvar a las casi 200 ballenas y delfines que quedaron varados en la playa el domingo a la noche.
Tan sólo a la mañana de ayer ya habían muerto algunos, según informó Chris Arthur, portavoz del Servicio de Parques y Vida Silvestre de Tasmania. Y el saldo final es de 150. Pero mucha gente acudió a la playa a salvar a los animales, familias con niños, madres, abuelos. Todos ayudaron llevando agua en baldes para mantenerlos mojados bajo el sol, o espantando a los que seguían acudiendo a la playa para quedar varados.
Como en otras ocasiones la razón por la que tantas ballenas y delfines se hayan varado en la playa es desconocida. Los atrapó una marea extremadamente baja, pero el por qué se acercaron tanto a la costa, y no se alejaron se desconoce.
Si bien Mark Simmonds, un experto en varamientos de cetáceos de la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines, dijo que al ser dos las especies varadas y en tal cantidad, se sospecha casi con certeza que hay un factor humano detrás. Posiblemente algún sonar militar, que habría asustado a los cetáceos, ya que produce sonidos similares al de las orcas cuando cazan.
De forma natural se pueden dar los varamientos si el líder de una manada de cetáceos tiene algún problema en sus sentido de orientación, ya sea por alguna infección del sistema nervioso y del oído medio. Como son animales sociales, todos siguen al líder por más que este haya equivocado el camino.
Vía La nación
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