Domingo 22 de noviembre de 2009
Edición impresa Gran Córdoba Nota Capilla de los Remedios / Contaminación ambiental
Edición impresa Gran Córdoba Nota Capilla de los Remedios / Contaminación ambiental
Prohibido acercarse al río
Vecinos de la comuna denuncian que varios animales de granja murieron luego de beber en el Suquía. Dicen que también desaparecieron los peces.
Un estudio de una empresa dependiente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) revela que el agua tiene una alta concentración de bacterias y es muy peligrosa para la salud humana. Hasta bañarse constituye un riesgo.
El altísimo grado de contaminación fecal que tiene el río Suquía, aguas abajo de la planta de líquidos cloacales de Bajo Grande, comienza a mostrar sus serias consecuencias. En Capilla de los Remedios –poblado distante unos 45 kilómetros de la ciudad de Córdoba– días atrás murieron ovejas, caballos y vacas porque, advierten sus propietarios, "bebieron el agua" del cauce y "sufrieron trastornos gastrointestinales severos".
Algunos granjeros también comentan que murieron gallinas y patos. Y quienes solían ir a pescar al río aseguran que hasta desaparecieron los peces. Pero no sólo los animales corren peligro al entrar en contacto con el río en su paso por esa población del Gran Córdoba, sino también los seres humanos. A esta conclusión arribó un estudio microbiológico realizado por la empresa Servicios de Ingeniería Química y Ambiental (Siqa), dependiente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), que fue encargado por un grupo de vecinos de Capilla de los Remedios.
Las muestras de agua tomadas por Siqa a la altura de Capilla de los Remedios, a mediados de setiembre, determinaron que "el río está muy comprometido, con una alta concentración de bacterias aerobias heterotróficas, coliformes totales, coliformes fecales y Escherichia coli termoestable". El análisis concluye que el contacto con el agua del Suquía constituye un enorme peligro para la salud humana y animal, ya sea por ingesta, inmersión o simple roce con la piel. Héctor Macaño, coordinador de Siqa, aseguró que el estudio revela que en Capilla de los Remedios el agua del río representa un riesgo para la salud humana, para el consumo de los animales y para la calidad de los cultivos.
"Bañarse, regar plantas e ingerir el agua es peligroso y se corre riesgo de contagio de enfermedades parasitarias, de Escherichia coli y de sufrir trastornos gastrointestinales", comentó. La presencia de diversas bacterias indica que "hay una fuerte posibilidad de que existan también virus de hepatitis", sostuvo Macaño después.
Cerca de las márgenes del Suquía se encontraron restos óseos de animales (Martín Baez/LaVoz).
A Margarita Toledo se le murieron 20 ovejas, luego de que fueran a beber al río.
El contagio de enfermedades podría producirse con sólo mojarse los pies en el Suquía y, sobre todo, por la presencia de lastimaduras que se infecten en contacto con el agua. Macaño dijo que también constituye un factor de riesgo que las personas toquen animales que hayan estado en el río, "porque hay enfermedades parasitarias que se transmiten a los animales a través del agua y luego pasan a los humanos".
Según el ingeniero de Siqa, es tan elevada la carga orgánica que tiene el agua del río que el mosquito del dengue no se podría reproducir ni crecer. Macaño aclaró, además, que el estudio no puede determinar si los valores bacteriológicos hallados se encuentran por encima de lo permitido, porque no hay parámetros de comparación. "No se puede precisar el origen del problema que lleva a que el río esté tan contaminado ni tampoco saber si es ilegal o no esta situación", manifestó.
La preocupación de vecinos de Capilla de los Remedios es compartida por otros poblados ribereños cercanos a la planta cloacal de Bajo Grande, como Chacra de la Merced, Corazón de María y paraje Díaz.
Vertido polémico. Según habitantes de la zona urbana y rural de Capilla de los Remedios, la contaminación del Suquía se debe al gran volumen de desechos cloacales "sin tratar" que vierte al río la planta de Bajo Grande, desde su desembocadura. Uno de los denunciantes, Pedro Franke, destacó que la situación "empeoró en los últimos meses".
A Margarita Toledo se le murieron 20 ovejas, luego de que fueran a beber al río.
Los habitantes del pueblo coinciden en que el agua que corre "tiene color negro, a veces verde oscuro y otras azulado". También dicen que en algunos sectores del río se acumula "barro cloacal". Los vecinos advierten también que el aire se tornó irrespirable a ciertas horas del día, debido a los horripilantes olores que emanan del río.
La Voz del Interior percibió los desagradables efluvios el miércoles, durante una extensa recorrida por Capilla de los Remedios. Algunos hasta afirman que hay personas con "fiebre y vómitos". La Municipalidad de Córdoba niega de plano que se hayan volcado o se estén derramando líquidos crudos al cauce con motivo de las obras en marcha para duplicar la capacidad de procesamiento de líquidos de la planta cloacal. "Los vertidos se hacen, pero los líquidos siempre están clorados", aseguró el subsecretario de Obras Públicas del municipio, Daniel Herrera. Agregó que la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia de Córdoba monitoreó el proceso de "supercloración" que se hizo tiempo atrás.
A Margarita Toledo se le murieron 20 ovejas, luego de que fueran a beber al río.
Precisamente, Recursos Hídricos informó que efectúa controles periódicos del agua. También señaló que, si se detecta que los líquidos vertidos de la planta de Bajo Grande no están correctamente tratados, se intima a la Municipalidad de Córdoba para que cese el derrame y realice medidas de mitigación.
La repartición provincial recordó que emitió varias intimaciones. Por su parte, el director de Redes Sanitarias municipal, Oscar Nóbile, negó que los animales pierdan la vida a causa de la ingesta de agua del río y ponderó: "En Capilla de los Remedios no hay ninguna persona con diarrea".
Acciones previstas. Herrera anticipó que el municipio capitalino concretará nuevas "inspecciones" en el lugar de salida de los líquidos de la planta de Bajo Grande. Nóbile, en tanto, adelantó que en los próximos días se harán nuevos análisis de muestras de agua del río, que servirán para corroborar si las denuncias vecinales tienen asidero.
También dijo que esta semana en Capilla de los Remedios se colocarán carteles a orillas del río, "en forma precautoria, para que la gente no se bañe ni tome agua". Esta misma acción ejecutarán habitantes del pueblo, para alertar sobre los peligros para la salud.
En verano, el río es muy frecuentado por vecinos de Capilla de los Remedios y poblaciones próximas. La presidenta comunal, Ana Galíndez, dice que es la atracción principal del pueblo. Chicos y grandes se remojan en sus remansos. Una pequeña economía se crea en torno al Suquía, con comercios y quioscos que sostienen a buena parte de la comuna. Pero ahora, su uso social puede constituir un riesgo y por eso los vecinos urgen a las autoridades gubernamentales a encontrar soluciones.
FUENTE: La Voz del Interior domingo 22 de noviembre de 2009
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