Iniciativa imitable
El Parlamento Europeo ha aprobado una normativa que regulará el uso de agroquímicos peligrosos para la salud y el medio ambiente, una iniciativa que debería servir como referencia para las autoridades de la provincia de Córdoba. Según un estudio realizado por organismos de salud pública de los países de la Unión Europea (UE), un ciudadano medio de ese espacio económico "convive a lo largo de su existencia con más de 100 mil sustancias químicas artificiales: plásticos, aditivos, residuos industriales, y también pesticidas, insecticidas y abonos". En enero de 2007, la UE puso en marcha un vasto programa de Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas (Reach, por sus siglas en inglés), destinado a controlar y reducir los riesgos derivados del uso indiscriminado de esos productos, mediante la prohibición de su empleo o su sustitución por otros menos tóxicos.
En la primera fase de la aplicación del Reach, los controles abarcarán los cultivos de naranjas, limones, aceitunas y hortalizas, es decir, productos básicos de la llamada dieta mediterránea. El Parlamento Europeo ha sancionado una normativa muy estricta respecto del empleo de pesticidas, herbicidas y abonos. Los agricultores españoles ya han dado la voz de alarma; por caso, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Andalucía afirma que pueden sufrirse pérdidas de hasta el 80 por ciento en las cosechas de cítricos y olivos.
Pero la mayor prevención de los productores se basa sobre la posibilidad de que las prohibiciones puedan disminuir la oferta de productos, obligando a importarlos de terceros países, en los cuales no existe regulación alguna para el uso de agroquímicos peligrosos. "En esos casos, los europeos comeríamos lo que ahora prohibimos", expresó un vocero de una entidad rural.
Sobre la base de un estudio comparativo realizado por la Agencia Química Sueca, deberán ser retiradas en lo inmediato 22 sustancias químicas consideradas como "muy peligrosas", o sea que se consideran cancerígenas, mutagénicas (que pueden producir alteraciones genéticas hereditarias) y disruptoras endócrinas (que pueden alterar el sistema hormonal y ocasionar daños en la salud).
También se eliminan los pesticidas dañinos para las abejas de miel. La decisión de los europarlamentarios deberá ser ratificada ahora por el Consejo de Ministros de la UE, pero ya ha generado intensa oposición de los grupos de presión de los productores hortifrutícolas del arco mediterráneo, que consideran que todavía debieran realizarse más estudios, porque se da el caso de que algunas sustancias cuyo uso se prohibirá son las únicas que pueden controlar pestes y plagas que atacan a determinados cultivos.
Se teme que, sin la sustancia adecuada, los parásitos puedan mutar fácilmente, hacerse más resistentes y causar bajas importantes en los volúmenes de producción, con los consiguientes costos económicos y sociales. De hecho, la normativa extiende un plazo de cinco años para desarrollar alternativas a los agroquímicos considerados ahora como muy peligrosos, y prevé excepciones para los casos de plagas que solamente pueden ser combatidas con algunas de las sustancias cuyo empleo ha sido prohibido en principio.
En este sentido, un dirigente de la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), advirtió que "existe una serie de cultivos, especialmente minoritarios, como apio, zanahorias o alcachofas, para los que sólo vale un producto, y ésos son los que tienen más riesgo de desaparecer". La nueva decisión representa un nuevo avance hacia el uso racional de pesticidas, herbicidas y abonos.
Una directiva anterior redujo de mil a 280 los elementos activos permitidos. La innovación más importante, aceptada por los productores, es la restricción del ámbito para el empleo de esos productos, mediante "zonas barreras" en las cuales no se podrán realizar fumigaciones aéreas en las cercanías de cursos de agua y diques y se prohibirán absolutamente en las adyacencias de áreas pobladas o en áreas frecuentadas por el público, como parques, zonas escolares, áreas deportivas y hospitales situados fuera del radio urbano. Se trata de una iniciativa que las autoridades de la provincia de Córdoba deberían tomar como referencia para terminar con los abusos en las fumigaciones aéreas, verdaderos flagelos para algunos de sus sectores más densamente poblados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario