en la Edición nº 334 del 14 de Agosto de 2009
Villa Carlos Paz,
Córdoba
La silla de Luis Federico Leloir
Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces las frutas
(Aristóteles)
El doctor Luis Federico Leloir (París 1906 - Buenos Aires 1987), premio Nobel al igual que su maestro Bernardo A. Houssay, es un símbolo del trabajo de investigación disciplinado, y eficiente, por ende sumamente valioso. Según él, todas las mañanas se levantaba con expectativas de que sus descubrimientos fueran útiles para la gente. Otra práctica diaria: su sencillez.
La silla que Luis Federico Leloir utilizaba en el laboratorio, es un símbolo de esa modestia y de los grandes sacrificios que debían y deben hacer todos aquellos que se dedican a la investigación. No puede separarse la figura del doctor Leloir y de la ciencia argentina de ese símbolo: su silla.En los campos de las ciencias o tecnologías, encontramos figuras de muchos que dejaron y dejan bien plantadas a nuestras escuelas formadoras. Sin embargo, la clase política dirigente pareciera estar, muy... pero muy alejada de los logros de estas personas para el bien colectivo. Nos preguntamos: ¿de qué sirven dichos logros si no se los lleva a la práctica?, ¿por qué no se les presta la atención debida?
Trataremos ahora sobre un tema fundamental que en estos días preocupa a los que vivimos en Villa Carlos Paz: el recurso hídrico. A nosotros nos gusta llamarlo BIEN AGUA, pero separando totalmente la palabra BIEN de su concepto material o económico restringido. ¿Necesitamos de especialistas extranjeros sobre el manejo de las cuencas o cuerpos de agua? ¡Buena pregunta!
Nunca nos ha gustado actuar dentro de «sistemas cerrados», ya que los mismos sucumben, al no haber intercambio con el medio exterior. Sí, debemos usar el criterio de sistema cerrado, cuando es necesario establecer nuestros estándares o niveles de referencia propios. Para el caso: ¿tenemos especialistas que puedan desarrollar temáticas o poner en la palestra investigaciones realizadas, que hagan a la problemática hídrica? ¡Por supuesto que sí!
Cuando conozcamos de estas investigaciones, recién abrirnos para comparar nuestros estándares o modelos con los de otras latitudes. Estaríamos, ahora, en un «sistema abierto», que enriquece, que hace eficiente una política, un hacer, etcétera. Encontraremos la economía de medios en la toma de decisiones en muchos campos del saber humano en relación con el Estado.
Córdoba fue, es y será sin duda alguna, cuna de investigadores. Valga la creación de la Academia Nacional de Ciencias por parte del presidente Domingo Faustino Sarmiento, y no en vano fue la primera Academia Nacional erigida, teniendo en cuenta los antecedentes de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue un semillero para generaciones futuras, y su función apuntó a desarrollar y hacer conocer las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. No sólo esos fueron los objetivos. Se comenzó con el estudio y exploración del territorio de la República Argentina con los fines de orientar a los gobiernos y a otras instituciones científicas.
En el campo de la hidráulica, la Universidad y la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, con su Escuela de Ingeniería en lo Tecnológico, fue la que apuntaló las políticas de Estado de la provincia en el manejo de los bienes hídricos con responsabilidad política ¡Porque la tuvimos! ¿Adónde quedó ese estilo?
De allí salieron los ingenieros hidráulicos, civiles, geólogos y otros que fueron sustento en las aplicaciones tecnológicas que la ubicaron, una vez más, como sitio de referencia para muchos países del mundo. También se actuaba como sistema abierto, por eso fue lo distintivo de esos años de oro, donde las Direcciones de Hidráulica marcaron un hito que tenía relación directa con la Universidad, sus científicos y tecnólogos.
Hoy pareciera que la clase política dirigente mira con más atención lo que se hace más allá, lo cual no está para nada mal, por lo que dijimos anteriormente, todo lo contrario. Lo que da pena es que se hayan olvidado de los que han hechos importantes investigaciones sobre la temática hidrológica en Córdoba y Argentina. ¡Más... en la propia ciudad de Villa Carlos Paz! ¿Quién se acuerda del Estudio del Perfil Geomorfológico del Río San Antonio?, ¿quién se acuerda de los mentores de ese estudio y los que lo llevaron a la realidad? Hemos promovido esa inquietud en el ex Concejo Deliberante de Villa Carlos Paz, actual Concejo de Representantes y el Ejecutivo Municipal para que lo hiciera conocer en forma efectiva a la comunidad (preocupación y ocupación), y ésta tuviera las herramientas necesarias para el caso de crecientes repentinas del Río San Antonio ¡Esa es una de las tantas aplicaciones prácticas de las investigaciones plasmadas en este Estudio!
Y así podríamos ir sumando más cosas, como las realizadas por el Programa Mar Chiquita - PROMAR (http://www.promarmarchiquita.com.ar) de la Universidad Nacional de Córdoba y sus diversos proyectos, que desde hace años viene alertando lo que está ocurriendo con el cuerpo de agua al cual también nosotros pertenecemos: Cuenca Endorreica de la Laguna Mar Chiquita y Los Humedales del Río Dulce. Cuando la situación pareció tornarse complicada por la falta de control de cuencas, llegan las tardías reacciones del gobierno provincial. Ocurrió por estos días, entre estertores de inoperancia política y los medios lo dejaron reflejados.
¡Cuántos investigadores están detrás de estas problemáticas!, ¿quién los escuchó? Resulta bochornoso haber oído algún discurso, quizás sea una pobrísima declaración mediática, fuera de lugar de la dirigencia política ¿Deslumbrada, maravillada? por algún expositor extranjero. Por supuesto discursos inconsistentes, ya que antes deberían saber de la materia gris que tenemos. Esos investigadores están para dar «cátedra» y «talleres» con toda la solvencia y el conocimiento de la temática en cuestión.
Pensamos que es mucho pedir en una situación de fracaso del Estado en estas cosas y en muchas otros más que tienen relación directa con la gente.En la fotografía, el doctor Luis Federico Leloir en su silla; un símbolo, contrapuesto a la decadencia argentina respecto a las políticas de investigación y desarrollo tecnológico. No le está dando la espalda a la clase dirigente, ellos están ubicados detrás de él, ya que se encuentran a siglos luz de lo que este científico hizo. Del mismo modo, hay muchísimos «doctores Leloir» en todos los rincones del país y en otras partes del mundo que esperan que los políticos se coloquen cara a cara, frente a ellos para pergeñar la Argentina del mañana. No se necesita mucho, sólo voluntad de llevar adelante, o como mínimo conocer, lo que ellos construyeron desde la investigación. ¡Por una sola vez miremos hacia adentro! Y después volvamos a abrirnos hacia el mundo. ¡Será muy saludable para todos! Allí estarán incluidos en forma justa los de adentro y los de afuera.
Ing. Juan Carlos A. Paesani
Post Grado Población y Medio Ambiente
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