Insisten en que se estudien y controlen las causas por las que baja la laguna
Un día antes de este fenómeno, la Fundación Mar, recientemente creada en esa zona y dedicada a los temas ambientales, valoró que el Gobierno de Córdoba haya anunciado la conformación, la semana anterior, de un Comité de Cuenca que controle si se cumple el tratado interprovincial que regula el nivel de agua de Mar Chiquita. De todos modos, la fundación solicitó que además de funcionarios provinciales, ese comité esté integrado por intendentes de la región, universidades y ONG, "para darle una participación más plena a la sociedad civil de esta zona".
Hace tiempo que desde entes como el Promar de la UNC se viene reclamando a la Provincia que asuma un rol más activo en el control de las extracciones de agua de los ríos afluentes de la laguna, para evitar que se acelere su bajante y provoque impactos ambientales, paisajísticos y económicos. También se reclama que se renegocie un nuevo tratado con las provincias vecinas, para asegurar la preservación de la laguna.
En tanto, un nuevo proyecto se presentó en la Legislatura cordobesa por el tema. Días atrás, el legislador Omar Ruiz (ARI) pidió por esa vía al Gobierno de Córdoba que, en el seno del Comité de Cuenca del Río Salí-Dulce, reclame la reconsideración de los cupos hídricos para cada provincia, a fin de preservar el sistema de los humedales y la laguna Mar Chiquita de los impactos por la merma indiscriminada del caudal de su principal afluente, ante extracciones para acueductos o sistemas de riego. El objetivo –según Ruiz– debería ser que se garantice una cuota hídrica ecológica intangible para estos patrimonios naturales reconocidos internacionalmente.
Se vio la mayor nube de sal de Mar Chiquita que se recuerde
Por el bajo nivel de la laguna, el viento del miércoles la dispersó por media provincia.
Miramar. En cada jornada de viento, desde hace unos años, desde la laguna Mar Chiquita se desprenden nubes de sal que llegan a volar cientos de kilómetros. Pero nunca se registró el fenómeno (al menos desde que por imágenes satelitales se lo mide) con la magnitud del pasado miércoles.
El muy fuerte viento norte de ese generó por horas una enorme nube de polvo de sal, que alcanzó con claridad la zona de la ruta 9, hasta Marcos Juárez y Villa María aproximadamente. La imagen que ilustra esta nota muestra como la sal se repartió por media provincia. Este fenómeno se viene haciendo más notorio desde que la laguna empezó a registrar una marcada bajante. Desde el año 2003 se reduce la superficie de agua y, sobre todo en las costas del norte, quedan expuestas extensas playas de sal.
El miércoles, en algunas localidades cordobesas cercanas a la laguna, como Marull, Balnearia o Miramar, directamente caía sal sobre el suelo y podía verse un manto blanco amontonado en algunos rincones. "Volvés de la calle y te queda un gusto a sal en la boca", contó una vecina de Balnearia. En pueblos un poco más alejados, como Devoto, los vecinos dijeron notar una especie de neblina extraña.
La nube se iba disipando a medida que recorría kilómetros. Este diario graficó esta situación meses atrás, con una fotografía satelital similar a la obtenida el miércoles. Entonces, sirvió de disparador del debate sobre las causas de la bajante de la laguna, que desde algunos ámbitos ya se venía planteando.
Si bien históricamente Mar Chiquita presenta ciclos de crecientes y bajantes, investigadores vienen apuntando que debería revisarse el impacto que sobre la laguna tendría la cada vez mayor cantidad de acueductos y extracciones que se hacen desde los ríos afluentes, sobre todo el Dulce, en Santiago del Estero. Único en América. Enrique Bucher, biólogo que trabaja en Miramar a cargo del Promar (un programa de investigación de vida silvestre de la Universidad Nacional de Córdoba) indicó que este fenómeno de las nubes de sal es único en América, y que sólo hay antecedentes en el mundo en el Mar de Aral (Asia) y en algunos lagos salinos de África. Bucher indicó que no parece existir un efecto directo sobre la salud por la presencia de sal en el aire (pueden darse casos de irritación en ojos), aunque dijo que debería recomendarse a las personas con problemas respiratorios evitar estar al aire libre en días de fuerte viento norte.
"No tenemos todavía suficiente información sobre el impacto que pudiera haber sobre las tierras agrícolas cercanas a la laguna", señaló Bucher. Un consejo más evidente fue que en toda la zona afectada sean lavados los vehículos, para evitar la corrosión que provoca la sal.
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