Sábado 19 de diciembre de 2009
Edición impresa Ciudadanos Nota Cambio climático / Cumbre en Copenhague
Edición impresa Ciudadanos Nota Cambio climático / Cumbre en Copenhague
Logran un acuerdo con sabor a poco
El pacto no es vinculante y no fija límites de reducciones de gases por país. Ninguno está conforme, pero es un avance.
La cumbre mundial en Copenhague alcanzó ayer un compromiso mínimo y no vinculante para reducir los gases de efecto invernadero. El acuerdo fue gestado por EE.UU., China, India y Sudáfrica. El presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó el pacto de significativo y afirmó que “no es suficiente para combatir el cambio climático, pero es un importante primer paso”.
Reunión clave. A puertas cerradas, Obama cerró el pacto con los líderes chino, indio y brasileño, entre otros. Foto: AP
El documento quedó muy lejos de las aspiraciones de la Unión Europea. Sin embargo, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, afirmó que “todos los países aceptan el acuerdo”. La reunión a puerta cerrada se prolongó hasta altas horas de la noche danesa.
Brasil expresó su decepción por el tibio avance. “No es el acuerdo que esperábamos pero al menos permitirá salvar algo y seguir negociando el año próximo”, explicó el delegado brasileño, Sergio Serra. Por su parte, los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba) rechazaron el documento porque afirman que no responde al consenso general y es violatorio de los principios de la ONU.
“No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso”, dijo el presidente venezolano Hugo Chávez. Los dos puntos más claros del texto son evitar que la temperatura global suba más de dos grados desde la era preindustrial y una promesa de ayuda monetaria para que los países pobres luchen contra el calentamiento global.
Dentro de los puntos negativos figuran dejar para 2010 el establecimiento de los objetivos de reducción de dióxido de carbono (CO2) para cada país. La única meta que se fija es una reducción de gases en al menos un 80 por ciento para 2050, por parte de los países ricos, para mantener así la meta de los dos grados (como máximo) de incremento de la temperatura global.
Tampoco incluye el concepto verificación de emisiones, que tanto molestaba a China. En su lugar habrá un sistema internacional de análisis y consultas que queda por definir. En tanto, los gastos de ayuda del mundo rico para los menos favorecidos se elevarán a 30 mil millones de dólares para los tres próximos años y a 100 mil millones de dólares anuales en 2020.
FUENTE: LA VOZ DEL INTERIOR 19/12/09
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