La NASA va al mar
Científicos de la NASA colaboran en la investigación sobre el uso de los suelos en la región costera de Alabama.
Agosto 21, 2009: Los científicos de la NASA, Maury Estes y Mohammad Al-Hamdan, estuvieron haciendo de marineros en el Golfo de México recientemente y uno de ellos sintió náuseas. No es extraño que un científico de una agencia espacial tenga problemas para adaptarse al movimiento del barco, pero, para empezar, ¿qué estaba haciendo mar adentro?
"Estábamos recogiendo muestras de agua de mar", explica Estes.
Eso no suena demasiado a ciencias aeroespaciales, pero veamos:
Ahora mismo, una flota de satélites para observación de la Tierra, de la NASA, está pasando silenciosamente por encima de nuestras cabezas, recolectando información vital sobre nuestro planeta. Estes y Al-Hamdan se encuentran combinando los datos recogidos desde el espacio con muestras de agua local con el fin de ayudar al Programa Nacional de Estuarios (National Estuary Program o NEP, en idioma inglés), de Mobile Bay,1 a revisar el estado de la costa.2
Arriba: Estes (en el centro), Al-Hamdan (a la derecha) y un estudiante de posgrado de la Universidad Estatal de Mississippi (a la izquierda) revisan algunas muestras de agua de mar. El instrumento que aparece en la imagen se hace descender en el agua y toma muestras a varios niveles de profundidad.
"Estamos muy interesados en la hierba marina (zostera) y en la vegetación marina", dice Al-Hamdan. "La salud de las plantas de una región determinada dice mucho sobre la salud del área misma".
Es justo decir que si la hierba marina está en problemas, también lo está todo lo demás que viva en el área", explica el Dr. Ken Heck,3 del Laboratorio Marino (en idioma inglés Sea Lab) de Dauphin Island, en Mobile. "Los lechos de hierba marina proveen de sustento y cobijo a muchos peces y mariscos importantes ecológica y económicamente, e incluso a los manatíes —gentiles mamíferos acuáticos gigantes4 que visitan regularmente Mobile Bay. Estos lechos también estabilizan la costa, evitan la erosión y ayudan incluso a filtrar y a limpiar el agua que ingresa a nuestros estuarios por la cuenca".
"Estamos muy interesados en la hierba marina (zostera) y en la vegetación marina", dice Al-Hamdan. "La salud de las plantas de una región determinada dice mucho sobre la salud del área misma".
Es justo decir que si la hierba marina está en problemas, también lo está todo lo demás que viva en el área", explica el Dr. Ken Heck,3 del Laboratorio Marino (en idioma inglés Sea Lab) de Dauphin Island, en Mobile. "Los lechos de hierba marina proveen de sustento y cobijo a muchos peces y mariscos importantes ecológica y económicamente, e incluso a los manatíes —gentiles mamíferos acuáticos gigantes4 que visitan regularmente Mobile Bay. Estos lechos también estabilizan la costa, evitan la erosión y ayudan incluso a filtrar y a limpiar el agua que ingresa a nuestros estuarios por la cuenca".
De acuerdo con la opinión de Estes y Al-Hamdan, la manera en la cual el terreno es usado a lo largo de la cuenca tiene influencia sobre la cantidad de agua dulce que fluye hacia las áreas de aguas saladas y sobre lo que contienen dichas aguas. Los hogares, las granjas, los bosques, los pueblos pequeños, las grandes ciudades, etc., todos afectan al agua de maneras distintas. "Por ejemplo, los sedimentos obstaculizan el flujo de agua dulce", explica Estes. "Y los fertilizantes pueden hacer que aumenten considerablemente las especies invasoras, así como las algas, que asfixian a las plantas 'buenas', como la hierba marina".
"Así que sabíamos que obtendríamos información valiosa sobre el medio ambiente al investigar cómo se utilizaba la tierra en el pasado y cómo se la usa en la actualidad", dice Al-Hamdan. "Los datos históricos proporcionados por los satélites de la NASA5 nos dijeron lo que queríamos saber".
Esos datos "celestiales", junto con las muestras locales de agua, revelaron tendencias relacionadas con el uso del suelo respecto de la calidad del flujo de agua y propiedades como la salinidad, la temperatura y la transparencia. Estos factores tienen un efecto de escurrimiento que es literal y, a la vez, figurativo, sobre la vida vegetal marina y, por lo tanto, sobre toda la salud del hábitat.
"Así que sabíamos que obtendríamos información valiosa sobre el medio ambiente al investigar cómo se utilizaba la tierra en el pasado y cómo se la usa en la actualidad", dice Al-Hamdan. "Los datos históricos proporcionados por los satélites de la NASA5 nos dijeron lo que queríamos saber".
Esos datos "celestiales", junto con las muestras locales de agua, revelaron tendencias relacionadas con el uso del suelo respecto de la calidad del flujo de agua y propiedades como la salinidad, la temperatura y la transparencia. Estos factores tienen un efecto de escurrimiento que es literal y, a la vez, figurativo, sobre la vida vegetal marina y, por lo tanto, sobre toda la salud del hábitat.
Arriba: El entorno de las tierras pantanosas de la zona costera de Mobile Bay. [Imagen ampliada]
"Estas investigaciones nos ayudan a representar, o a predecir, de qué manera los diferentes tipos de usos del suelo podrían afectar el ambiente costero en el futuro, y no solamente en el área de Mobile Bay sino también en otras regiones costeras", dice Al-Hamdan.
"El trabajo que está haciendo la NASA ayudará a quienes manejan los recursos de las costas a dirigir los recursos limitados disponibles para la conservación y la restauración del hábitat", dice Roberta Swann, directora del NEP, en Mobile Bay. "Nos ayudará a enfocar los esfuerzos de restauración en los sitios en los cuales más se necesiten y en donde más probablemente tendrán éxito".
Cuando Estes y Al-Hamdan no están en la oficina revisando imágenes proporcionadas por satélites, con el fin de ayudar a predecir el futuro de las zonas costeras, viajan al mar, donde recolectan muestras de agua para analizar la "veracidad en tierra firme" (ground truth, en idioma inglés) que valide sus modelos. Los viajes al océano también les dan un punto de vista directo de qué están estudiando y por qué.
"Haces ciencia en el mundo real —no en la computadora", explica Estes. "El hecho de ir allí te da una buena perspectiva de los datos de la investigación. Si no conoces físicamente el área que estás estudiando, limitas tu entendimiento".
"Desde el bote, pudimos observar aquellas áreas costeras que son nuestro objetivo. Sucede que de este modo, el tercio septentrional de Mobile Bay es playa natural, mientras que los dos tercios más al sur son principalmente diques, 'rip raps' (apilamiento de grandes rocas hecho por el hombre) y revestimientos (una combinación de dique y 'rip rap'). La vida animal y vegetal no puede florecer en rocas y concreto".
"El trabajo que está haciendo la NASA ayudará a quienes manejan los recursos de las costas a dirigir los recursos limitados disponibles para la conservación y la restauración del hábitat", dice Roberta Swann, directora del NEP, en Mobile Bay. "Nos ayudará a enfocar los esfuerzos de restauración en los sitios en los cuales más se necesiten y en donde más probablemente tendrán éxito".
Cuando Estes y Al-Hamdan no están en la oficina revisando imágenes proporcionadas por satélites, con el fin de ayudar a predecir el futuro de las zonas costeras, viajan al mar, donde recolectan muestras de agua para analizar la "veracidad en tierra firme" (ground truth, en idioma inglés) que valide sus modelos. Los viajes al océano también les dan un punto de vista directo de qué están estudiando y por qué.
"Haces ciencia en el mundo real —no en la computadora", explica Estes. "El hecho de ir allí te da una buena perspectiva de los datos de la investigación. Si no conoces físicamente el área que estás estudiando, limitas tu entendimiento".
"Desde el bote, pudimos observar aquellas áreas costeras que son nuestro objetivo. Sucede que de este modo, el tercio septentrional de Mobile Bay es playa natural, mientras que los dos tercios más al sur son principalmente diques, 'rip raps' (apilamiento de grandes rocas hecho por el hombre) y revestimientos (una combinación de dique y 'rip rap'). La vida animal y vegetal no puede florecer en rocas y concreto".
Estes ve la modificación de la orilla costera natural como un problema que se perpetúa.
"El desarrollo se alimenta de sí mismo", dice Estes. "Si tu vecino construye un dique para ayudar a proteger su propia ribera de la erosión, entonces tu ribera comienza a erosionarse, de modo que tú también construyes un dique. Al final, resulta mucho más difícil obtener un permiso para restaurar una playa natural o un área de pantanos en tu propiedad que obtener un permiso para construir un dique. Además, hay todo tipo de atracaderos y embarcaderos a lo largo de la costa".
Los científicos permanecen un día entero en mar abierto, desde hace algún tiempo, recolectando muestras y catalogando mentalmente la costa. Ellos toman su trabajo muy en serio, aunque también dedican cierto tiempo a divertirse.
"Ya he logrado un buen bronceado gracias a mis paseos en bote", bromea Al-Hamdan. "Obviamente, se ve mejor que el color verde que luzco cuando me mareo".
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"El desarrollo se alimenta de sí mismo", dice Estes. "Si tu vecino construye un dique para ayudar a proteger su propia ribera de la erosión, entonces tu ribera comienza a erosionarse, de modo que tú también construyes un dique. Al final, resulta mucho más difícil obtener un permiso para restaurar una playa natural o un área de pantanos en tu propiedad que obtener un permiso para construir un dique. Además, hay todo tipo de atracaderos y embarcaderos a lo largo de la costa".
Los científicos permanecen un día entero en mar abierto, desde hace algún tiempo, recolectando muestras y catalogando mentalmente la costa. Ellos toman su trabajo muy en serio, aunque también dedican cierto tiempo a divertirse.
"Ya he logrado un buen bronceado gracias a mis paseos en bote", bromea Al-Hamdan. "Obviamente, se ve mejor que el color verde que luzco cuando me mareo".
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