Limitan conexiones y prevén cortes de agua
Se agrava la situación del dique La Quebrada. Las medidas afectarán a Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza.
Una serie de drásticas medidas y fuertes reclamos a las autoridades provinciales surgieron ayer de la reunión que mantuvieron los integrantes del comité de emergencia hídrica que integran autoridades municipales y de las cooperativas de Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza, que se abastecen de agua potable que se extrae del dique La Quebrada.
La bajante del embalse, que ayer era de casi ocho metros, obligó a los miembros del comité a requerir una audiencia en el plazo de 48 horas con el ministro de Obras y Servicios Públicos, Hugo Testa, ya que no concurrió a la reunión el titular de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, Jorge Masih.
Los intendentes aspiraban a definir ayer una serie de obras complementarias solicitadas desde el año pasado. En tal sentido exigirán a Testa que acelere la ejecución de las obras de la ampliación y remodelación de la planta potabilizadora de La Calera previstas para diciembre, que servirán para abastecer del recurso a esa ciudad, Saldán, Villa Allende, Mendiolaza y el 60 por ciento de la población de Unquillo. En relación con estos trabajos, se solicitó que la Provincia resuelva la asignación de los cupos de agua que le corresponderán a cada localidad cuando se habilite la obra de La Calera, para poder delinear futuros proyectos de administración del recurso.
El nivel del dique La Quebrada se encuentra a un metro de su máxima bajante histórica, que fue de nueve metros, en marzo de 2005. Está a la mitad de su capacidad (Sebastián Salguero/LaVoz).
Los arroyitos de Río Ceballos, casi secos. La situación es grave, pero es escaso el control sobre el consumo.
Además, se requirió la liberación de fondos para la realización de dos perforaciones alternativas que servirán para inyectar agua al sistema en Unquillo y Río Ceballos, y la implementación definitiva de medidores domiciliarios en las ciudades de Córdoba y La Calera, para poner en una condición igualitaria a todos los usuarios de los sistemas de agua de La Quebrada y del dique San Roque.
Al respecto, se puntualizó que mientras en el sistema de La Quebrada llegan a consumir un promedio de entre 200 y 250 litros de agua por persona por día, en las otras dos grandes ciudades esos registros superan los 400 litros por persona, sin contabilizar el agua que se destina a riego productivo. Entre las acciones a implementar más acuciantes en el corto plazo se comenzó a planificar un sistema de cortes rotativos en el suministro de agua a las tres localidades que se definiría la próxima semana, y se acordó entre las autoridades municipales la suspensión de permisos de nuevas conexiones domiciliarias de manera temporaria hasta que se concreten las obras reclamadas.
Por otra parte, solicitaron a los funcionarios provinciales que asuman un mayor compromiso con la crisis hídrica que afecta a este sector de las Sierras Chicas.
Los arroyitos de Río Ceballos, casi secos. La situación es grave, pero es escaso el control sobre el consumo.
Desde el ámbito de la Subsecretaría de Recursos Hídricos se aclaró que gran parte del problema que afecta a la región es el déficit de precipitaciones que, de sostenerse en las actuales condiciones, llevarían a tener una bajante de entre 12 y 14 metros para el mes de diciembre. Esa posibilidad es la que alarma a los intendentes, puesto que ese nivel volvería muy dificultoso el proceso de potabilización del agua en la planta de La Quebrada.
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