Aníbal Montes, socorrista de la primera memoria de Córdoba
Hoy se cumplen 50 años de la muerte de un pionero de la arqueología provincial.
"Revelar la memoria de los pueblos es avanzar hacia un mundo sin odios". Esa certeza llevó a Aníbal Montes a dedicarse a una causa singular del conocimiento: determinar los rasgos esenciales de la identidad de los cordobeses, pero a partir de los pueblos originarios que habitaron estos suelos. A ese fin dedicó los últimos 20 años de su vida, en los que investigó y divulgó el pasado indígena de Córdoba. Fue un pionero en la materia.
Logró hallazgos valiosos en el campo de la arqueología prehispánica y en el de la historia colonial temprana en esta provincia. De su muerte se cumplen hoy 50 años. Aníbal Montes nació en Salto, provincia de Buenos Aires, el 17 de octubre de 1886 y falleció en Córdoba el 24 de octubre de 1959. Ingresó al Ejército a edad temprana y llegó al grado de teniente coronel.
Pero además, en la Universidad Nacional de Córdoba obtuvo el título de ingeniero civil. Cuando pasó a retiro como militar, se dedicó con pasión al relevamiento e interpretación de las huellas indígenas en Córdoba.
Aníbal Montes, bailando en el Cerro Colorado.En su trabajo Aníbal Montes y el pasado indígena de Córdoba, Sebastián Pastor (de la Cátedra de Prehistoria y Arqueología de la UNC), se refiere al investigador como "un clásico atípico dentro del campo de estudios, por su carácter multifacético y autodidacta, por la variedad, escala y rigurosidad de sus contribuciones y por ser quien dedicó al problema de la Córdoba antigua sus principales esfuerzos intelectuales".
Pastor señala que Montes tributó información a la arqueología prehispánica que permitió reconocer "la profundidad temporal del proceso anterior a la conquista, desestimada por la mayoría de los arqueólogos". Destaca entre sus trabajos los realizados en la zona de Miramar y en la gruta de Candonga, que "persisten como dos de las evidencias más firmes de restos humanos y contextos culturales" de los pueblos originarios.
También valora especialmente sus descubrimientos respecto de sitios "altamente significativos", como Ayampitín, en la Pampa de Olaen, y El Abrigo de Ongamira, en las Sierras Chicas. Montes contó con un colaboración muy especial: su yerno Alberto Rex González, quien heredó la pasión y es considerado una eminencia en la arqueología no sólo cordobesa, sino argentina.
"Solitario y autosuficiente". Alfonso Uribe, director del Museo Arqueológico Provincial Aníbal Montes, de Río Segundo (uno de los dos en Córdoba que llevan el nombre del investigador) considera a Montes como "un visionario de la arqueología y la historia cordobesa". Uribe sostiene que el trabajo de Montes corresponde al de un investigador "solitario y autosuficiente". Un recuerdo Un diálogo que tuvo Montes con un ministro de Córdoba cuando fue nombrado presidente de la Comisión Arqueológica de Cerro Colorado, fue rescatado por el diario Noticias Gráficas poco después de su muerte: –Me voy para el Cerro a trabajar con los hombres que me ha asignado. –Si necesita elementos, espere que se apruebe el expediente. –No, yo de expedientes no sé nada.
He comprado buenas palas y picos; es todo lo que necesitamos, por ahora. Que la burocracia arregle todo lo demás. Montes exploró como pocos los yacimientos arqueológicos de Ongamira, describió físicamente el territorio que habitaron los comechingones en los valles serranos, delineó con minuciosidad al indio, al criollo y al gaucho; aportó datos demográficos de los pueblos originarios antes de la conquista, concretó un nomenclador de toponimia autóctona, y dio, como nadie antes, sentido histórico al indigenismo en Córdoba.
"Si cada provincia argentina hiciera su propia investigación, la República entera llegaría a conocer la verdad del conjunto", escribió Montes en uno de sus trabajos publicados. "Jamás saldremos del oscurantismo en que estamos sumidos, en lo que a historia se refiere, si seguimos confiando al orden nacional, exclusivamente, lo que en realidad debe empezar por la acción local", también supo apuntar. La certeza sigue tan vigente como hace 50 años.
FUENTE: La Voz del Interior 24 de octubre de 2009
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