Desde hace muchísimo tiempo venimos diciendo desde distintas ONGs Ambientalistas y desde otros ámbitos sociales, que el agua iba a ser un talón de Aquiles para la Provincia de Córdoba. Lo que trata la Nota del diario La Voz del Interior del día 11/10/09 nos muestra el caso particular del Dique de La Quebrada que "abastecía" al cordón de las sierras chicas donde está asentadala población del Gran Córdoba.
Lamentablemente las políticas, o mejor dicho, la falta de Políticas Hídricas, se hace sentir con toda crudeza por estos momentos en varios lugares de la provincia: llámese Embalse del Dique San Roque ( que abastece a Córdoba y ahora también a Gran Córdoba), retracción de la Laguna Mar Chiquita y la salinización (por nubes o plumas de sal) de amplias zonas agrícolas-ganaderas, con el impacto de todo el ecosistema en sí, etc.
Los otros embalses de la provincia muestran similares condiciones, ya sea por la contaminación o por bajantes debidas a la pertinaz sequía que azota esta región mediterránea de la República Argentina. Hay muchos botones que sirven de muestras.
LA VOZ DEL INTERIOR
La Quebrada ingresó en su peor bajante
Es la más pronunciada del embalse desde 1976, cuando fue habilitado. La merma es de casi 9,50 metros.
Desde hoy los habitantes de la región que se abastecen de agua potable del dique La Quebrada comienzan a vivir su peor crisis hídrica. La bajante del embalse es de casi 9,50 metros, la más pronunciada desde que se habilitó en 1976. El pico de preocupación se dio en marzo de 2005, cuando el dique presentó una bajante de 9,45 metros.
Entonces se decidió declarar la emergencia hídrica en la zona, se conformaron comités de crisis, se realizaron pedidos de obras ante autoridades provinciales y nacionales, se estudiaron regímenes de sanciones para usuarios que derrocharan el agua, cortes programados en las épocas críticas, límites a autorización de nuevas conexiones y pedidos de definición de cupos de agua a fin de poder proyectar un crecimiento ordenado de la zona, entre otras acciones. Buenas épocas.
Hubo años con buenos niveles de lluvia y el embalse se mantuvo en una bajante de tres a cuatro metros en los períodos más críticos. Este fenómeno alivianó el ánimo de los habitantes y relajó la concreción de obras básicas por parte de la Provincia y prestadores del servicio.
Sin embargo, se hicieron obras como la construcción de una cisterna de un millón de litros en la planta potabilizadora de La Quebrada y la reactivación de algunos pozos en Río Ceballos y Unquillo que nunca produjeron el caudal estimado, además de varios intentos fallidos de perforaciones.
En el comité de crisis se comenzó a dar forma al proyecto de trasvasamiento de las cuencas de Punilla y La Quebrada, que permitirá integrar a La Calera, Saldán y Villa Allende con Mendiolaza, Unquillo y Río Ceballos.
El nivel del dique La Quebrada es motivo de preocupación y los vecinos podrían sufrir falta de agua (LaVoz).
En cada localidad el volumen de autorizaciones para nuevas conexiones se disparó a niveles exagerados. Por caso en Unquillo, Mendiolaza y Río Ceballos se habilitó desde 2005 un promedio de 500 cuentas anuales, lo que significó la incorporación de dos mil nuevos usuarios por año. A esta fecha significan 10 mil personas más incorporadas al mismo viejo sistema. Para los operadores, la suma es contundente: "Tenemos la misma cantidad de agua, que antes ya era insuficiente, pero ahora con mucha más gente.
Así la situación es insostenible". Situación parecida. En el otro corredor que sufre la falta de agua e integran La Calera, Villa Allende y Saldán, la situación no difiere en nada. La creciente población de numerosos loteos y countries, y el desarrollo de grandes superficies comerciales terminó de jaquear el ajustado régimen de suministro de agua cada 12 horas a La Calera, Saldán y Villa Allende.
En este sector el suministro regular del servicio a cada usuario es imposible. Cada vez que se trata de atender una urgencia en algún barrio, en otro lugar el recurso no llega. Así se escucha a las autoridades de las cooperativas de agua de cada población calificar la situación como caótica, angustiante, desastrosa y perversa.
Pero lo que más crispa a los operadores es la incesante autorización de factibilidad de fuente de agua por parte de la Subsecretaría de Recursos Hídricos provincial a numerosos emprendimientos en cada ciudad, muchos de ellos de gran envergadura.
"Esta falta de agua terminará en un conflicto social grave. Seguir autorizando nuevas conexiones a pesar de que existen pedidos de barrios enteros desde hace años que no se pueden cumplimentar irrita a cualquiera.
En este contexto es una irresponsabilidad", replican a coro los cooperativistas. Mientras tanto la esperanza de los habitantes de la zona para no sufrir la falta de agua es la puesta en funcionamiento de la nueva planta potabilizadora de La Calera, en marzo o abril de 2010, y elevar plegarias al cielo para que llueva con intensidad y puedan recuperarse las napas secas. La situación Bajante actual del dique. 9,50 metros.
Déficit hídrico en la zona. 300 milímetros. Crecimiento poblacional. 10 mil nuevos usuarios en los últimos cinco años, en Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza. Nuevas urbanizaciones. Countries, loteos, centros comerciales. Retraso. En la obra para ampliar la planta potabilizadora La Calera.
FUENTE: La Voz del Interior 11/10/09
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